Actualmente, una empresa debe tener una característica extra para diferenciarse de las demás. Es decir, debe tener un valor agregado.
Este término de marketing no solo busca mejorar la percepción del consumidor. Además, puede significar el éxito o fracaso de un negocio.
Esto es porque el valor agregado no solo se ocupa de satisfacer las expectativas del cliente. También logra diferenciar a la empresa de sus competidores.
Lo mejor de este concepto es que puede adecuarse tanto a la venta de servicios, como de productos. Es por ello que los expertos coinciden en que no es opcional y ofrecerlo a los consumidores es una obligación.
La innovación es un punto clave para definir cuál es el valor agregado que una empresa ofrecerá. El objetivo es atraer a los clientes y hacerlos sentir especiales. Para garantizar su satisfacción, la organización debe ser un punto importante.
Aunque salirse de lo convencional es válido, la presencia de ese extra que distinga a una compañía debe estar justificada. Eso no significa que se deban limitar a cosas relacionadas con el negocio.
Se pueden realizar alianzas con empresas de otros sectores y para ofrecer experiencias diversas a los clientes.
Inés Pardo, gerente general de Altos Ejecutivos CPI (Communications & Power Industries) Internacional, dijo para la Revista de Investigación de la Universidad La Salle que el valor agregado es:
“Hacer algo más de lo que a uno le piden o por lo que a uno le pagan”
Ejemplos del valor agregado
Ahora que ya sabes qué es el valor agregado en las empresas, te presentamos algunos ejemplos.
No importa qué producto o servicio se ofrezca, el cliente debe sentir que está obteniendo mayores beneficios.
Por ejemplo, si una empresa se encarga de vender los artículos para una cafetería, puede obsequiar bolsas de granos. Incluso, puede dar a sus clientes frecuentes descuentos especiales, catálogos de novedades o talleres.
Un hotel puede sorprender a sus huéspedes con un servicio a la habitación, sin importar que sea sencilla, para darles la bienvenida.
Algunos restaurantes, como Vips, Palacio de Hierro, Toks y McDonald’s, tienen áreas de juegos infantiles. Eso es un típico ejemplo del valor agregado. Sin embargo, en el sector han implementado otros.
Los locales de la franquicia IHOP ofrece tazas de café a sus clientes mientras esperan un servicio o su turno en la entrada.
Otros establecimientos, como Canon o Home Depot, ofrecen asesorías gratuitas en la compra de artículos.
Las tiendas de ropa usualmente atraen a consumidores con precios especiales. Sin embargo, algunas realizan alianzas con restaurantes para ofrecerles platillos especiales.
Lo mismo aplican algunos salones de belleza; ofrecen bebidas calientes o frías, principalmente a los clientes que se realizan tratamientos más largos.
No importa qué elija la empresa como valor agregado, el objetivo es mejorar la experiencia de los compradores con los elementos extra que ofrezcan. Esto no solo podría generar mayores ventas, sino también clientelas más fieles.
