En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, El Economista ha buscado la voces de mujeres expertas en el campo de las telecomunicaciones, para conocer los logros y los retos que aún faltan en México para lograr una mayor inclusión en la industria y que se pueda alcanzar una mayor equidad en los diferentes niveles de la sociedad.
Ana Lilia Moreno es a la fecha investigadora en materia de regulación y políticas públicas en México Evalúa.
Moreno fue directora de área en el pleno del IFT con el comisionado Adolfo Cuevas y competencia económica en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). También ha trabajado en el CIDAC, KPMG, Ernst & Young y PWC como consultora.
—¿Qué han logrado las mujeres del sector de las relaciones públicas dedicadas a las telecom/TICs que puede servir para bienestar en el país y ejemplo para mujeres de otros sectores económicos o sociales?
—En los últimos treinta años el sector ha tenido un avance significativo y en materia de género ha dado entrada a mujeres en todos los ámbitos, desde la parte económica a la financiera y regulatoria; hay abogadas, ingenieras… En México tenemos claros ejemplos de excomisionadas en el IFT con María Elena Estavillo y Adriana Labardini, y tenemos también iniciativas como la organización Conectadas y en la Subsecretaría de Comunicaciones tenemos una mujer. En la industria podemos ver personalidades como a Ana de Saracho en Telefónica o Mónica Aspe en AT&T.
Es relevante el papel que van teniendo las mujeres, pues también se aprecia su visión en el mundo de Internet; mujeres que dirigen las grandes tecnológicas y el caso es María Teresa Arnal, que acaba de salir de Google.
—¿Qué faltaría por conseguir todavía a las mujeres de este sector para tener un mayor empoderamiento?
—Falta darles más visibilidad en mandos medios y altos. Hay mujeres capaces, pero que dífilamente llegan a los puestos más altos. Existen situaciones difíciles para los asensos, pues a veces no es tan transparente el mundo en que las personas tienen la oportunidad de competir por un puesto, aunque es discutible eso de las cuotas de género.
Hay personas que opinan que no deberían existir y quienes dicen que sí, lo cierto es que faltan mujeres en los consejos de administración de las empresas: ahí es donde hay que hacer algo por las mujeres y pasa por flexibilizar horarios. Hay que estudiar las necesidades y que no sólo apliquen a las mujeres, sino a todos los empleados. El tema de la flexibilidad de horarios, creo que permitiría un mayor bienestar en las familias.
—¿Cuáles son los problemas más severos que existen por resolver en el sector donde usted participa?
—Los problemas tienen que ver con incentivos. La falta de reglas favorece la inequidad. Existe además un desconocimiento de por qué es importante promover la participación de las mujeres en el sector. Hace falta consciencia, información y oportunidades. En las universidades tenemos a mujeres capacitándose para esto y cuando llegan al mercado laboral, si alcanzan puestos de dirección media, difícilmente llegan a puestos altos.
Existe mucha decepción. A veces no hay canales de denuncia apropiados para el tema de acoso o los canales de denuncia responden a la alta dirección dirigida por hombres, entonces no hay incentivos para denunciar y creo que esto perpetúa la falta de equidad entre hombres y mujeres.
—¿Qué es lo que las mujeres pueden aportar todavía a este sector?
—En el sector telecom existe una amplia oportunidad para que las mujeres desarrollen habilidades; por ejemplo, en programación falta más de difusión para que las mujeres nos incluyamos en las cadenas productivas de la famosa sociedad del conocimiento y podamos aprovechar otras oportunidades para trabajar a distancia y así buscar el equilibrio vida-trabajo.
Es importante tomar en cuenta que hay nichos en donde hacen falta más mujeres, como en ciberseguridad, donde se podrían desarrollar más la mujeres y aparte en telesalud o educación a distancia.
—¿Qué le toca al gobierno, empresas u organizaciones civiles para mejorar la posición de la mujer en este y otros sectores?
—Al gobierno toca generar condiciones para sus “propias empleadas” en el sector de telecomunicaciones, tanto en el lado regulatorio, como en el ejecutivo federal y falta una estrategia digital nacional que tuviera perspectiva de género, eso sería ideal.
Creo que falta una convergencia con el sector privado para que se pudiera hacer esfuerzos tripartitos. El tema de pluralidad de los medios hace falta también aquí, meternos de fondo, tenemos grandes reporteras, grandes periodistas mujeres; esperemos que la libre expresión siga siendo respetada y que haya protección a las periodistas. Esto también es muy importante para la radiodifusión, porque una gran cantidad de tiempo a la que se dedica la radiodifusión es a la producción de programas. Entonces hay reconocer a las periodistas, protegerlas.
