El pago en efectivo sigue siendo el más común entre los mexicanos para realizar compras, a pesar del auge que están tomando los métodos electrónicos.
Lo anterior fue revelado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 que presentó en días recientes.
Entre los datos destacan que en compras de 500 pesos o menos, los mexicanos utilizan los siguientes métodos:
- 5 por ciento pago en efectivo
- 1 por ciento tarjeta de débito
- 1 por ciento con tarjeta de crédito
En lo que respecta a compras que van de 501 pesos o más los mexicanos realizan sus pagos de la siguiente manera:
- 9 por ciento en efectivo
- 9 por ciento con tarjeta de débito
- 6 por ciento con tarjeta de crédito
Con los datos anteriores se confirma que a pesar de la incursión de los nuevos métodos de compra y venta como el e-commerce, el pago en efectivo sigue siendo el más utilizado por los mexicanos, esto por temas de confianza, costumbre y practicidad.
Productos financieros.
A pesar de que el pago en efectivo es la traslación más común, los mexicanos continúan abriendo cuentas bancarias, ya sea por nóminas, adquisición de créditos formales o simplemente cuentas de ahorro; tan solo de 2015 a 2018 dos millones de mexicanos se sumaron a la estadística; llegando en 2018 a 5 millones de personas que cuentan con más de un producto financiero.
En cuanto a la infraestructura financiera los cajeros son los que cuentan con mayor número de usuarios con 35, 5 por ciento y seguidas de as las sucursales financieras que registraron un incremento del 29,9 al 34,1 por ciento de 2015 a 2018.
Accesibilidad móvil
De las 62,2 millones de personas que cuentan con teléfono celular, el 51 por ciento tiene una cuenta de banco o en institución financiera.
Con este último dato se concluye que la bancarización digital continúa tomando fuerza en los mexicanos, sin embargo los métodos de pago digitales aún son superados por los montos en efectivo; uno de los factores que sigue siendo un tema a trabajar es la desconfianza de los mexicanos ante este tipo de transacciones.
