Hola Café, un rincón de México en Corea del Sur

Seúl, Corea del Sur. A unas estaciones del metro Mangwon, entre restaurantes, Pyeoneui-jeom (tiendas de conveniencia), bares y mercados, se distingue un letrero en color azul. Es ‘Hola Café by Marco’, que destaca entre el hangul, el idioma coreano, de los lugares aledaños.

Marco Lepine decidió crear su cafetería hace seis años. Al entrar al establecimiento, el olor a café se percibe entre cuadros de Frida Kahlo, fotografías viejas de México, el calendario azteca, tazas tradicionales de barro hechas a mano, rebozos bordados y libros en español. Todo muestra que estamos en un pequeño México en la capital de Corea del Sur, una ciudad que avanza muy rápido.


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El mexicano, que había tenido experiencia como emprendedor en el sector logístico y textil antes de emigrar, formó una familia multicultural. Esta es la razón por la que hace ocho años llegó a Seúl con su esposa de nacionalidad coreana. Para vivir en los primeros años comenzó a dar clases de español, meses más tarde emprendió con su primer cafetería, en la que combina, justamente esta primera experiencia, ya que ‘Hola Café’ es un lugar para aprender, estudiar, trabajar e intercambiar el español.

Corea del Sur es el séptimo país importador de café en el mundo, con más de 500 tazas tomadas por persona al año, según datos de la agencia Yonhap News. En 2019, las importaciones alcanzaron un récord de 150,185 toneladas y, aunque en 2020 tuvieron una caída por el COVID-19, es un mercado que firmas como KB Financial Group prevé que seguirá en aumento, debido a la alta demanda entre los jóvenes.

Todo esto a pesar de que en Corea del Sur el café es caro: los consumidores pagan hasta cinco dólares por un americano. La competencia va más allá de cadenas como Starbucks, porque se suman los cafés temáticos, los de estudios, los de bajo precio, las barras para llevar, los cafés de los idols de K-pop y las franquicias asiáticas.

Lepine decidió apostar por un establecimiento en una zona concurrida. No era fan del café, pero se capacitó para ser barista. Y con una inversión de 70,000 dólares, inició su negocio. Le tomó un año recuperar esa cantidad. Y tenía crecimientos de entre 13.5% y 11% anual, cuando llegó el coronavirus. La pandemia frenó el crecimiento y sus planes de apertura de una segunda sucursal.

“Sólo pudimos mantener el café por los ingresos de la academia de español y el apoyo del gobierno”, asegura. Hasta ahora Lepine ha recibido cerca de 3,500 dólares por parte del programa de ayudas gubernamentales.

No solo café, se vende espacio

“Aquí el café no funcionó”, dice. Al iniciar su empresa, apostó por traer un café mexicano pero la gente no distinguía y lo confundía con una bebida especial. Su producto estrella terminó no siéndolo y su lugar lo ocuparon las charlas de intercambio de idiomas. Fue aquí donde descubrió la esencia de ‘Hola Café’. “El negocio de las cafeterías no es el café, es el espacio. La gente viene a quedarse aquí, por el lugar”, detalla Lepine.

En Corea del Sur, por la cultura, no es tan común que las personas inviten a otras a sus casas a estudiar o trabajar en algún proyecto, por lo que el punto de reunión son las cafeterías, ya que los restaurantes no permiten hacer sobremesa. De este modo, estos espacios se convierten en una especie de coworking o lugares de estudio.

La pandemia ha detenido al producto estrella: las sesiones de intercambio de idiomas. Lepine también tuvo que cerrar los últimos meses del 2020, la propietaria del local contribuyó al no cobrar la renta del lugar, y el emprendedor siguió con las clases privadas con grupos pequeños para cumplir las regulaciones durante todo el día. Ante ello, no baja la guardia y ve con esperanza que estas regresen.

Hola Cafe’ es una de las 20 compañías mexicanas que, según la Embajada de México en Corea del Sur, tienen operaciones en el país y entre las que se encuentran multinacionales como Bimbo y Kidzania y emprendedores en la industria restaurantera, K-beauty (el popular segmento de belleza coreana) y turismo, principalmente.

“Corea del Sur es un mercado prácticamente nuevo para los mexicanos, sin embargo es importante que se animen a emprender. Es un país rico en tecnología, gastronomía, cultura o educación, por mencionar algunos rubros, donde los apoyos económicos por parte del gobierno coreano y las oportunidades del mercado son muy grandes”, asegura Fernando Efraín Guzmán, el presidente de la Red Global de Mexicanos Capítulo Corea.

 

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