El auge del e-commerce generó más basura

Laptop, mano con tarjeta de banco

Estar en casa más tiempo, a causa del contexto pandémico, produjo que las compras a través de internet se incrementaran, pero eso también generó una mayor preocupación por los residuos de los empaques y productos, asunto en el que han reparado las empresas de logística, las cuales han intentado desarrollar alternativas tecnológicas a este problema.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), durante el 2020 el e-commerce tuvo un crecimiento anual del 81%, debido a la practicidad que este modelo representó para los clientes, quienes estaban temerosos de los contagios de COVID-19.


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En este sentido, Nabil Malouli, vicepresidente de e-commerce Global en DHL Supply Chain, acepta que en los últimos meses su negocio ha tenido un auge a nivel mundial debido al volumen de envíos que han realizado y, por lo tanto, la sustentabilidad en la cadena de suministro se convirtió en una de sus principales prioridades.

“Hemos visto a organizaciones y negocios que estaban en el camino a la sustentabilidad, con ideas o intenciones para cuidar el medio ambiente, pero toda esta situación les obligó a acelerar la transición y nosotros les ayudamos dando soluciones para hacer más sostenible el uso de energía o los materiales con los cuales entregan sus mercancías”, destaca a Expansión.

Organizaciones ambientalistas como Greenpeace han puesto el foco en estos asuntos. Sus críticas hacia el comercio electrónico están orientadas al aumento de desperdicios, además del desecho inadecuado de materiales como cajas y plásticos protectores. Asimismo, argumentan que el mayor envío de productos produce más emisiones contaminantes. “La comodidad se pagaría con un mayor impacto al medio ambiente”, sentencian.

Ante problemáticas de esta naturaleza, la respuesta de algunas compañías ha sido la de utilizar recursos tecnológicos para alcanzar procesos más eficientes y llegar a entregas más cercanas a la sustentabilidad para el medio ambiente.

Sobre este asunto, Malouli explica que en DHL hacen uso de un algoritmo propio a partir del cual optimizan el tipo de empaques, con la finalidad de que se utilicen los recursos necesarios para los productos y los clientes no sigan recibiendo, por ejemplo, un smartphone en la caja de una computadora.

“Una consecuencia de esta tecnología es que se tienen menos consumibles, menos costos logísticos y menos emisiones. Permite salvar más del 50% en costos de logística y más del 60% en costo de consumibles, además de que para el consumidor es mejor”, resalta.

En el caso nacional, Mario Rodríguez, vicepresidente de retail y tecnología de DHL Supply Chain México, rescata la migración que la empresa ha emprendido para usar materiales como el papel en la protección de productos, un asunto que podría ser baladí, pero él define como significativo, pues el tiempo de degradación es menor a comparación del plástico.

Respecto al transporte de las cargas también es relevante llevar a cabo un optimización de las mismas a través del planeamiento de los productos que un solo medio de transporte llevará, así como las rutas que tomará, con el fin de generar una menor cantidad de emisiones contaminantes y las medidas “tengan un verdadero impacto en las ciudades”, concluye Malouli.

La responsabilidad de los usuarios

Si bien el 2020 representó un año de crecimiento para el comercio electrónico, las dinámicas de los usuarios también podrían aportar al cuidado del medio ambiente. Según la AMVO, durante este periodo, cerca del 75% de mexicanos compraron algo en línea cada semana o cada mes.

Ante este panorama, algunas recomendaciones por parte de Greenpeace son priorizar el consumo local a través de las tiendas de barrio o si no existe una alternativa de estas características, por lo menos que el envío sea mayor a los 15 kilómetros para evitar los desplazamientos individuales.

También es recomendable usar envíos normales y a puntos donde se puedan recoger. En este sentido, Malouli concuerda, pues él menciona que la necesidad de entregar muy rápido produce que las capacidades de optimización sean menores y, por lo tanto, el impacto al ambiente sea mayor.

Es por esta razón que tanto usuarios como negocios deben pensar en opciones donde las entregas lleven más tiempo, pero a cambio reciban algún beneficio como descuentos, con el fin de establecer un modelo de reparación para los clientes donde se impacte favorablemente al planeta.

“Los usuarios tenemos que ser menos demandantes en términos de expectativas, porque mientras más rápido queremos las cosas, más impacto se tiene en el medio ambiente por más optimizados que estén los procesos”, concluye Malouli, quien menciona que agrupar las órdenes de entrega igualmente puede ser un comportamiento de compra en línea sustentable.

Cabe mencionar que cifras de la AMVO apuntan a que más de 50% de los consumidores nacionales apuestan por reciclar sus empaques, mientras que la consultora Nielsen detalla que el 75% de los consumidores globales cambiarían sus hábitos de consumo para reducir el impacto ambiental.

Asimismo, ante el creciente número de cajas, la tecnología de teléfonos inteligentes también ha aportado diversas herramientas para afrontar este problema. Ejemplos de esto son Olio, Freecycle o Reciclatrón , las cuales contribuyen a actividades como el reciclaje o la reutilización.

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