- La Profeco señala que en la industria de la moda se ha vuelto muy popular lo llamado ‘fast fashion’
Según publica laverdadnoticias.com Comprar ropa nueva es algo que puede ser considerado un lujo para muchos, y una necesidad para otros. Sin embargo, independientemente de la razón por la cual se necesite comprar ropa nueva, es importante conocer las marcas en las que deberíamos evitar gastar nuestro dinero, y esto es lo que dijo la Profeco.
La Procuraduría Federal del Consumidor ha identificado una categoría en la industria de la moda que se ha vuelto muy popular en los últimos años, la llamada «fast fashion» o ropa desechable.
La moda rápida se refiere a las tendencias estilísticas que tienen una vigencia cada vez más corta, y a las marcas cuyas prendas se venden a precios asequibles, pero que se caracterizan por su baja calidad.
Según la Profeco, hay varias marcas tanto en tiendas físicas como en línea que venden ropa de mala calidad que a menudo no dura ni tres usos. La lista de las cinco peores marcas de ropa que se deben evitar incluye:
- Bershka
- C&A
- Forever 21
- H&M
- Shein
Sin embargo, en el informe de la Profeco se incluyen un total de 44 marcas de ropa, y en La Verdad Noticias te traemos el listado de las más conocidas, para que así puedas cuidar tus bolsillos:
- Bestseller
- Boohoo
- Charlotte Russe
- Cotton On
- Esprit
- Fashion Nova
- Five Foxes
- Gap
- Giordano
- Guess
- Mango
- Massimo Dutti
- Meters/bonwe
- Missguided
- Selfridge
- Nasty Gal
- New Look
- New Yorker
- Next
- Oysho
- Peacocks
- PrettyLittleThing
- Pull & Bear
- Rainbow Shops
- Renner
- Riachuelo
- River Island
- Romwe, S. Oliver
- Shasa
- Stradivarius
- Topshop
- United Colors of Beneton
- Uniqlo, Uterqüe
- UrbanOutfitters
- Victoria’s Secret
- Zaful
- Zara
De acuerdo con la Profeco, estas marcas ofrecen productos de muy corta durabilidad debido a la baja calidad de los textiles utilizados para su fabricación. Además de ser poco duraderos, también son altamente contaminantes, ya que la mayoría de las fibras sintéticas utilizadas son derivadas del petróleo, como el poliéster, el nylon, el rayón o el acrílico, que tardan años en biodegradarse.
