La campaña de vacunación contra el coronavirus se ha convertido en una carrera multitudinaria en la que los espectadores son partícipes para poder regresar a la ansiada normalidad. No obstante, hay muchas personas que se han mostrado reticentes a la efectividad de las mismas y a la inmunización, por diversos motivos.
Desde los gobiernos han querido incentivar la vacunación mediante campañas y acciones motivadoras que han animado a la población a acudir a los puntos para ponerse la inyección.
En general, Estados Unidos ofrece muy buenos ejemplos de este tipo de marketing. Quizás por el mayor escepticismo de los ciudadanos del país ante la crisis sanitaria, las entidades estadounidenses han impulsado más este tipo de llamativas campañas.
Para atraer a la gente al «punto de venta», las entidades han lanzado reclamos como el de la ciudad de Nueva York, que ofreció pagar 100 dólares a todo aquel que acudiese a vacunarse contra la COVID-19 en un centro municipal en concreto. El alcalde, Bill de Blasio, decidió anunciar esta medida después de un par de semanas en las que el ritmo de pinchazos disminuyó.
No es lo único que podríamos conseguir en este estado gracias a la vacunación. Resulta que, si te vacunas aquí, puedes acceder gratis a un amplio catálogo de eventos culturales. Entre ellos, partidos de baloncesto, de béisbol y de otras disciplinas deportivas, además de obtener entradas para el zoo.
El estado de Ohio, ni más ni menos, propuso sortear un millón de dólares a la semana entre todas las personas que se vacunasen contra el virus. Este sorteo se realizó hasta haber repartido cinco millones de dólares entre residentes del estado mayores de edad que se hubieran puesto la primera dosis.
En la ciudad de Englewood, también en Ohio, el estudiante Joseph Costello ganó una beca completa para estudiar, incluyendo la matrícula, el alojamiento y la comida en una universidad a su elección.
En el caso de Memphis, lo que se sortearon fueron coches de las marcas Chevrolet y Nissan. Si nos desplazamos hasta Washington, aquí nos ofrecerían una cerveza a cambio de un pinchazo. La cadena nacional de farmacias CVS se animó a realizar sorteos de 5.000 dólares para cruceros y otro tipo de eventos.
Otras ideas creativas para impulsar la inmunización
Alemania también ha vivido en las últimas semanas un descenso en la cantidad de personas que acuden a los centros en los que se suministran las vacunas. Uno de los motivos quizás haya sido el comienzo de las vacaciones de verano y los viajes.
Por eso, el gobierno alemán ha impulsado una iniciativa para volver a retomar el ritmo, nunca mejor dicho. Y es que ha anunció la denominada «Larga noche de vacunación», una jornada sanitaria nocturna para vacunarse que ha tenido lugar en la ciudad de Berlín.
Los participantes podían vacunarse desde las ocho de la tarde hasta la medianoche mientras sonaba la música de fondo, como si fuera una discoteca e incluso con un DJ encargado de ambientar.
Francia ha preferido dirigirse directamente a la población más joven mediante una campaña que subraya los efectos «deseables» de la inyección. Los carteles, desarrollados por las autoridades sanitarias del sur de Francia, pretenden mostrar cómo vacunarse puede mejorar considerablemente la vida social de las personas.
De esta forma, se contrarresta la preocupación por los efectos secundarios «indeseables» o adversos de las vacunas. En las imágenes podemos ver a dos personas en la parte de atrás de un coche, a otras en un concierto, a una familia que se va a la playa y a una pareja que se abraza en una estación de tren. «Con cada vacuna, la vida vuelve a empezar» es uno de los mensajes de esta campaña.
Otras ideas a destacar son las siguientes:
- En Rajkot, en India, las mujeres podían ponerse un piercing en la nariz o acceder a joyería gratis.
- Nueva Delhi ha ido un paso más allá y ha ofrecido una reducción del 5% en los impuestos.
- En países como Serbia y Rusia se ofrecen cupones para hacer la compra.
- En Transilvania, situado en Rumania, los ciudadanos se pueden vacunar en el castillo de Drácula.
- Los residentes de Londres recibieron entradas para la Eurocopa a través de un sorteo.
- En la ciudad francesa de Nimes se puso en marcha una «fiesta de vacunación», al estilo de Alemania. A ella solo podían acudir jóvenes de entre 18 y 25 años que hubieran completado su pauta de vacunación.
- Entradas para conciertos, para el cine o para el teatro, e incluso viajes, podían conseguir los menores de 26 años en Argenteuil, próxima a París.
- Vacunarse en Dubái podía ser sinónimo de descuentos en restaurantes. Con la segunda dosis aumentaba el porcentaje de rebaja.
