La ubicación geográfica siempre ha jugado un papel importante en todos los aspectos del marketing. Gestionar una campaña publicitaria de una pequeña empresa localizada en una capital de provincia no requiere el mismo esfuerzo que en el caso de una campaña de una gran corporación en una ciudad grande o averiguar cuál es el público objetivo de la marca en una zona del extrarradio o en el centro urbano.
Esta interpretación de los datos geográficos para gestionar las campañas de marketing, o geomarketing, ha cobrado mucha más importancia en la era digital. Una de las grandes ventajas del geomarketing actual reside en la aplicación de las últimas tecnologías, que permiten la recolección masiva y analítica de datos como la localización, la edad, la densidad de población o la riqueza de un territorio. Una información, sin duda, especialmente útil para cualquier paso de la campaña o producción que estemos desarrollando.
Estos datos, no solo nos pueden servir para gestionar y afinar el objetivo en una campaña de marketing, ya que con esta inteligencia de negocio se puede incluso llegar a mejorar el servicio de CRM o relaciones con el cliente. ¿En qué medida puede ayudar? Aquí van algunos ejemplos del potencial del GIS como apoyo en la estrategia CRM:
- Administrar y organizar fácilmente la información de los clientes. Esta es la principal ventaja que supone el uso de visores GIS en una plataforma CRM, por las oportunidades de crecimiento en ventas que puede generar. Por ejemplo, ¿qué pasaría si una marca de alimentación observa con esta herramienta que muchos de sus clientes jóvenes se reparten en una misma zona? Entonces, lo más adecuado sería impulsar la venta y campañas de productos destinados a esa franja de edad en ese territorio en concreto.
- Gestionar y dar respuesta a problemas. El área de atención al cliente también puede ver beneficiada su eficiencia con esta tecnología. Si los datos muestran que las devoluciones o quejas sobre un producto se suceden en una misma zona, quizá sería buena idea reflexionar si se debe retirar ese producto de la venta o si ha habido algún problema en la cadena de producción que afecte a esa área.
- Analizar tendencias crecientes entre los clientes. Al igual que podemos usar el GIS para detectar problemas en el CRM, también es muy útil para detectar oportunidades de negocio por explotar. Tomando como ejemplo el mundo de la moda, se puede observar si en una determinada zona geográfica aumenta la tendencia de llevar una prenda u otra, lo que permitirá tomar la decisión de seguir la tendencia antes de que pase de moda.
- Investigar las zonas más difíciles para la entrega o el reparto de productos. Un buen análisis geográfico debería señalar, de un vistazo, cuáles son las mejores áreas para el delivery y cuáles son las más complicadas. El comercio electrónico no llega a todas partes con la misma efectividad, hay ciudades y pueblos con peor conexión por carretera o situados en zonas montañosas donde el reparto se puede demorar. Si se quiere gestionar una buena estrategia de marketing híbrido, que combine lo digital con lo físico, también habrá que tener en cuenta estos problemas. Afortunadamente, con un buen análisis del área se pueden investigar rutas alternativas para completar estos envíos sin problemas.
- Localizar posibles zonas de expansión según su tipo de población. Si, por ejemplo, una marca de productos para bebés detecta que en una zona donde se ha registrado un aumento de la natalidad, no se venden sus productos, la plataforma GIS permitirá detectar ésta y, otras tendencias, antes de que sea demasiado tarde.
