Conoce la «creación satírica» del sofá flotante de $100,000. Según publica el portal fastcompany.com Es a través de una lente satírica que debemos considerar la siguiente creación: un sofá flotante que podría llevar suavemente a la élite costera cuando los niveles del mar aumenten. Diseñado por la agencia de publicidad Mother y titulado Bliss, esta obra de arte también funciona como un mueble flotante perfectamente funcional, de color naranja brillante como un chaleco salvavidas y viene con un remo, una bengala y una luz estroboscópica de emergencia. El otomano acompañante, también en naranja, se abre con cremallera e incluye un kit de coctelería de martini (aceitunas incluidas), protector solar y el obligatorio manual de usuario.
La «creación satírica»:
Este objeto, que se exhibe en una galería llamada Tuleste Factory en Manhattan, tiene una etiqueta de precio vertiginosa, osaría decir ridícula, de $100,000, lo que lo convierte en uno de los sofás más caros jamás fabricados. Pero cualquier precio más decente iría en contra del propósito: resaltar la triste realidad de que el cambio climático no afecta a todos por igual.
Esta no es la primera interpretación inusual de un tema serio por parte de la agencia. En el otoño de 2022, Mother y el artista Stuart Semple lanzaron una colección de pinturas hechas con sangre donada por hombres homosexuales. El objetivo era crear conciencia y protestar contra una controvertida norma de la FDA que se forjó en plena crisis del SIDA y que todavía prohíbe a los hombres que tienen sexo con hombres, donar sangre.
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Ahora, Mother se enfrenta al cambio climático, una crisis de proporciones gigantescas en la que cualquier intervención, por significativa que sea, puede parecer una gota en el océano (cada vez más alto). «No estamos bajo la ilusión de que una expresión creativa pueda cambiar mucho este debate, pero podemos dar vida a la idea de que si eres rico, probablemente estarás bien pase lo que pase», dice Paul Malmstrom, cofundador de la sucursal de Mother en Nueva York. «Son las personas que no tienen dinero las que más sufren».
Y lo hicieron realidad. El marco del sofá está hecho de un pino de 200 años de antigüedad, proveniente de una viga que el equipo obtuvo de su propio edificio de oficinas en Brooklyn. Los módulos de asientos blandos están rellenos de espuma resistente al agua de grado marino y tapizados localmente con tela Sunbrella también resistente al agua, luego se sujetaron al marco mediante ganchos de metal. El remo está encajado dentro del respaldo, mientras que cada reposabrazos tubular en ambos extremos del sofá esconde una bengala y una luz estroboscópica. Incluso hay un indicador de nivel del mar serigrafiado en la tela y una señal de SOS en el reverso de los cojines del asiento.
Por ahora, Mother vende Bliss como una pieza de arte única. Malmstrom reconoce irónicamente que el comprador puede ser un coleccionista de arte que no se sentará en él, ni mucho menos lo usará como una elegante flotador para la piscina. Pero aproximadamente el 20% de las ganancias se destinarán al ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, convirtiéndolo en un «anuncio en 3D para nuestro socio», afirma.
La agencia no tiene planes inmediatos de comercializar el sofá, pero no descarta la posibilidad de crear un conjunto de muebles flotantes que sean un poco menos artesanales y más baratos, pero aún se vendan como un «mecanismo de donación» en el que parte de las ventas vaya al ACNUR. Teniendo en cuenta que la industria náutica de $44 mil millones ya ha dado a luz inventos tan disparatados como una silla inflable Adirondack, es probable que no tengan que buscar demasiado lejos para encontrar compradores.
