En agosto del año pasado Twitter puso en marcha en pruebas un nuevo mecanismo por el que los usuarios podrían reportar por primera vez información engañosa en EEUU, Australia y Corea del Sur, en el contexto de las falsedades que circulan sobre la pandemia. Ahora ese programa piloto se expande a Brasil, Filipinas y España como complemento a los mecanismos internos de la plataforma, que identifican mayoritariamente la información falsa sobre la que actúa.
Esto último es especialmente relevante en el ámbito multimedia, en el que es más complejo detectar automáticamente publicaciones problemáticas. El reporte escalado y coincidente de fotos o vídeos manipulados puede ayudar a diseñar medidas específicas, aunque Roth también reconoce que solo en torno al 10% de los tuits señalados fueron considerados “accionables”. Esa cifra es bastante baja en comparación con el 20-30% de otras áreas porque muchas de las publicaciones analizadas no contenían ningún tipo de desinformación. Ese es el gran reto de un sistema de metamoderación en Twitter, en el que diferentes facciones ideológicas luchan por imponer su relato.
Los usuarios españoles podrán hacer uso de esta opción pulsando en los tres puntos que aparecen en la esquina superior derecha de cada tuit y haciendo click en “Denunciar el tweet”. En el menú que aparece hay una nueva opción, “Es engañoso”, de modo que el flujo de reportes de este tipo ya no tendrá que circular mediante otras opciones previas como “Es sospechoso o spam” o “Comete abusos o es perjudicial”.
El lanzamiento gradual de este sistema responde a la necesidad de crear y optimizar la tecnología para filtrar y priorizar los reportes. Con una corriente de información creciente pero controlada Twitter puede ir implementando mejoras, sobre todo en idiomas ajenos al inglés. La plataforma también tiene en marcha otro experimento en base a la colaboración de los usuarios llamado Birdwatch, en el que se invita a los tuiteros a aportar datos contrastados sobre publicaciones que puedan resultar engañosas.
Ambas iniciativas se corresponden con un momento en el que la desinformación es especialmente problemática debido a la gran cantidad de bulos e información incorrecta que viene circulando en torno a cuestiones como las vacunas contra el coronavirus. La presión sobre las plataformas por parte de gobiernos en este asunto es creciente y pende sobre ellas la sombra de la regulación. Eso explica igualmente que Twitter empezara a trabajar el año pasado con AP y Reuters para reforzar su lucha contra esa clase de campañas.