Primero hay que establecer que el s-commerce no es algo nuevo, pero sí una tendencia fuerte este año.
Se trata de un medio perfecto para poner al alcance de los consumidor las posibilidades de adquirir artículos promoviendo y facilitando la compra de productos y servicios on-line por medios sociales.
Es en concreto una subcategoría del e-commerce que utiliza redes sociales, feedback social y contribuciones de los usuarios digitales y por ende destaca, pues las plataformas y todo lo que tiene que ver con ellas adquiere importancia en un contexto en el que son indispensables hasta para comer.
Según un estudio de Statista, que consideró a 5 mil 700 profesionales del marketing en el mundo, las principales funciones de las redes sociales son el incrementar la exposición (87 por ciento), crecer el tráfico (78 por ciento) y generar leads (64 por ciento), pero lo cierto es que en ventas se han convertido en un elemento infalible.
Innovation Group, la consultoría de pronósticos de tendencias de J. Walter Thompson Intelligence, publicó su informe “Future 100: Tendencias y Cambios a Tener en Cuenta en 2019” y reveló que social commerce es lo que se debe tener en cuenta de cara al 2020.
Es por ello que las estrategias deberían estudiar la posibilidad de aplicar social commerce en algún punto de sus pautas en digital. Regresar a las bases a veces es la mejor opción que tiene el estratega ante la saturación en las redes sociales.
