Para entender el significado de los emoticonos, debemos saber que la palabra emoji proviene del japonés y que la «E» significa imagen, y «moji» significa letra o «carácter». No es de extrañar que Shigetaka Kurita, diseñador japonés, haya sido el encargado de crear los primeros 176 emojis en 1999 para NTT docomo, una empresa telefónica de Japón.
La inspiración de Kurita venía del manga. Mientras se fijaba en los personajes que mostraban el tiempo o elementos tecnológicos, intentaba que sus caracteres no fueran tan solo informativos, sino que agregaran un subtexto emocional a un mensaje, según recoge El País.
Pero el emoji no es la novedad absoluta, pues antes de él, en los años 90, ya existía el icono y se usaba en foros y el antiguo Messenger, un servicio de mensajería instantánea de Microsoft que muchos recordarán por sus característicos zumbidos. Entre los más utilizados estaban los clásicos «:-)» y «:-(« que mostraban alegría y tristeza respectivamente. A pesar de ello, «las representaciones gráficas (o pictogramas) para comunicarnos es mucho más antiguo que el lenguaje escrito que se utiliza por conversión y debe ser enseñado. Las pinturas rupestres de Altamira podrían considerarse proto-emojis», según señala Silvia Silvera, doctora en Comunicación y profesora de ciencias de la comunicación y de la información de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).
Los primeros emojis fueron creados por un diseñador japonés para la empresa telefónica NTT docomo
Lo que nadie duda es que los emojis han entrando en nuestro lenguaje como si de nuevas palabras se tratasen. La generación Z es la que más familiarizada está con este tipo de mensajes, pero el resto nos hemos adaptado hasta el punto de que la Real Academia Española de la Lengua (RAE) se ha visto obligada a incluir aspectos del entorno digital en su libro de estilo. Además, hay que mencionar que los emojis han sido una de las 12 palabras nominadas por la Fundeu a «Palabra del año 2019» y en 2015 ya consiguieron ser la palabra del año en el diccionario Oxford.
Y como todo lo nuevo, los emojis también se van actualizando hasta pasar al nivel de «memojis», emoticonos personalizados a partir de nuestra cara. También llamados «animojis» o «emojis con movimiento», estos emoticonos podrían llegar a imitar a tiempo real nuestro estado de ánimo gracias al reconocimiento facial y de voz. De esta forma, según avance la tecnología, aumentarán directamente las posibilidades de personalización hasta crear un individuo virtual con nuestros rasgos y posiblemente nuestra personalidad. El mundo virtual existe y cada vez estamos más cerca de entrar en él.
Las últimas actualizaciones de los emoticonos incluyen emojis personalizados con el aspecto físico del usuario
Tras la fama de los emojis, las compañías móviles se copiaron de esta idea y Apple, Facebook y Google no tardaron en implantarla en sus plataformas. De hecho, en 2007, el equipo de software de Google solicitó que los emojis fueran reconocidos por el Consorcio Unicode, un grupo formado por Adobe, Apple, Facebook, Google, IBM, Microsoft, Oracle y Yahoo; las principales compañías de hardware y software con intereses en los estándares de procesamiento de textos.
Pasaron tres años hasta que en 2010 se aceptó la propuesta para que los emojis comenzaran a reconocerse como forma de comunicación universal. Tras esto, se añadieron cientos de iconos que expresaban más emociones y Apple fue el primero en incluir un teclado emoji oficial de su plataforma copiado por Android años después.
Los emojis seguían creciendo y los usuarios empezaban a pedir más opciones como comida, animales, objetos cotidianos o profesiones. En 2014 se incorporaron diferentes tipos de piel y parejas del mismo sexo. Desde entonces, la diversidad se ha ido incluyendo en los teclados de emojis para dar visibilidad a aspectos demandados cada vez más por la sociedad, como la ciencia y la mujer, la homosexualidad o las familias monoparentales.
