Marketing Digital: El movimiento #MeToo y su impacto en la industria publicitaria

Figuras de caballeros y damas

El movimiento #MeToo tuvo en su día un impacto absolutamente sísmico en todo el mundo al colocar bajo los focos la vergonzante desigualdad entre hombres y mujeres (todavía más sangrante en pleno siglo XXI).

La brecha de género ha sido siempre particularmente pronunciada en la industria publicitaria, donde los hombres (predominantemente blancos) han ejercido de líderes de la manada durante décadas.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Pero, ¿ha habido cambios en esta industria desde que allá por 2017 se prendiera la mecha del movimiento #MeToo? En torno a esta pregunta pivota precisamente un reciente estudio de Rapp, YouGov y Campaign en el que fueron entrevistados miles de hombres y mujeres en el ramo de la publicidad, el marketing, los medios y las relaciones públicas con el último objetivo de pulsar si se ha achicado o no la zanja entre hombres y mujeres en este sector en particular.

La inmensa mayoría (70%) de las mujeres y los hombres consultados en el marco del informe siente que los movimientos #MeToo y Time’s Up no se han traducido en cambio alguno en el ramo en el que desenvuelven profesionalmente. Y el 59% asegura, de hecho, que los comportamientos hacia las féminas no han variado un ápice desde 2017.

Casi la mitad (47%) de los hombres coincide en señalar que los comportamientos del género masculino hacia las mujeres están ahora constantemente bajo la lupa, aunque pocos contemplan resultados realmente positivos en el escrutinio al que son sometidos actualmente los hombres en la industria publicitaria.

Hay, por otra parte, una fisura más que evidente entre las percepciones de los hombres y las propias experiencias de las mujeres en los entornos laborales. Mientras que el 43% de los hombres cree que a las mujeres se las está contemplando cada vez más como iguales en el trabajo, solo el 27% de las féminas siente que es efectivamente así.

Parece, por lo tanto, que la industria publicitaria tiene aún mucho por hacer para desintoxicar sus entornos labores. Al fin y al cabo, el 35% de los hombres y las mujeres creen que los niveles de masculinidad tóxica se han mantenido inalterables desde la irrupción de los movimientos #MeToo y Time’s Up. Y solo el 20% considera que tales niveles de toxicidad han emprendido la cuesta hacia abajo.

Aunque el 36% de los consumidores se aviene a señalar la masculinidad está siendo de alguna manera redefinida, en esa redefinición de la masculinidad siguen brillando en términos generales por su ausencia valores como la compasión y la empatía.

En la publicidad persisten además los nocivos (y trasnochados) estereotipo de género. Solo el 15% de los hombres siente que la publicidad hace realmente un retrato más realista y menos estereotipado de la masculinidad.

Quizás por ello el 25% de los hombres rechaza de plano hablar sin tapujos sobre temas como la salud mental.

En la industria publicitaria se echan asimismo de menos foros abiertos y públicos en los que hombres y mujeres puedan hablar abiertamente sobre cuestiones de género. Y es deficitaria asimismo la promoción que hacen las empresas adscritas a esta ramo de actividad de sus políticas laborales. Solo el 6% dice haber tenido noticia de los cambios en las políticas laborales de sus empresas en respuesta al movimiento #MeToo.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉