La operación es simple: te bajás la app de Worldcoin, te registrás con un número de teléfono y recibís un código QR. Luego, en uno de los puestos donde están ubicadas los orbes, este dispositivo plateado en forma de esfera realiza el escaneo ocular y genera la verificación. Es decir, crea una especie de documento único digital llamado World ID que valida la identidad de la persona como humano.
Así, en la misma aplicación, que opera como billetera virtual, se pueden acreditar las criptomonedas worldcoin por valor aproximado a los 50 dólares a través de un cupón con un código.
La propuesta parece atractiva, pero plantea interrogantes sobre la recolección y manejo de los datos obtenidos y la privacidad de los ciudadanos.
Worldcoin y la protección de los datos privados de las personas
La empresa del creador de ChatGPT argumenta que el proyecto fue creado con la idea de proporcionar una solución a los problemas emergentes del auge de la IA en la economía mundial. Y sostienen que la criptomoneda podría servir como una especie de ingreso básico universal.
Sin embargo, muchos critican la idea de vender los datos personales por un puñado de criptomonedas, y se preguntan cómo es el manejo de esa información obtenida, quién o quiénes tienen acceso esos datos, y advierten sobre filtraciones, robos o accesos indebidos a la base de datos.
En principio, los datos biométricos de las personas son inmutables y permiten la identificación remota de individuos sin su consentimiento, lo que podría dar lugar a posibles abusos de privacidad.
Por otra parte, hay quienes alertan sobre un posible fin del anonimato digital tal como lo conocemos: al brindarle a Worldcoin información biométrica del iris, una de las maneras más seguras de identificación para evitar fraudes pierde su efectividad.
Recordemos que los datos biométricos son únicos e inherentes a las personas (no hay dos huellas digitales, ni dos iris iguales), y no se pueden modificar o cambiar, como una clave o contraseña.
Además, al ceder esta información a una empresa privada, la privacidad y la seguridad de los datos de cada uno quedan a la merced de quienes manejan las compañías y se abre el debate jurídico sobre la cuestión al no existir una regulación al respecto.
La respuesta de Worldcoin
Así, ante la llamativa cantidad de registros en la app y las largas colas para escanearse los ojos a cambio de criptomonedas, el gobierno argentino, por intermedio de la AAPI, pidió explicaciones.
Y Worldcoin Foundation respondió. La empresa aseguró categóricamente que no divulgará esta información a terceros, excepto a aquellos involucrados o que colaboren directamente con el proyecto en el futuro.
En un comunicado, la firma declaró: “Worldcoin fue diseñado para proteger la privacidad individual, y construyó un sólido programa de privacidad. El proyecto cumple con todas las leyes y normativas que rigen el tratamiento de datos personales en los mercados en los que Worldcoin está disponible, incluida, entre otras, la Ley 25.326 de Protección de los Datos Personales de Argentina”.
En cuento a los datos que recolecta, Worldcoin recordó que quienes se registran no deben introducir información personal para acceder. Es decir, no ingresas sus nombres, ni perfiles de redes sociales, ni fotos/selfies. Y la única verificación se realiza a través del escaneo del iris y un código QR.
Por último, Worldcoin aseguró que seguirá cooperando con los organismos reguladores y de Gobierno para responder a las solicitudes de información sobre sus prácticas de privacidad y protección de datos: “Worldcoin mantiene su compromiso de trabajar con sus socios a nivel mundial para garantizar que el proyecto cumple con los requisitos normativos y proporciona un servicio seguro y transparente para las personas verificadas”, afirmaron.
De todas maneras, aunque se ha afirmado que los datos serán almacenados de forma segura y no se utilizarán para otros fines, los riesgos de un posible mal uso, de un nuevo socio empresarial con distintos objetivos o un hackeo son preocupaciones legítimas.
Aunque no todos los que se sumaron a la idea piensan igual. “Esto no es nada. Mi información está en internet al alcance de todos. Los bancos tienen hasta tu grupo sanguíneo. ¿Y Google? Google ya tiene todos mis datos y sabe más de mi vida que mi esposa o que yo mismo. Yo a Google hasta le daría las llaves de mi casa, total, ya estamos jugados”, confesó a TN Tecno un joven de 25 años, mientras se iba contento con su botín cripto luego del escaneo, que paradójicamente no quiso revelar su nombre. Según publicó: TN