Cuando pensamos en el año 2021, nos vienen a la mente algunas palabras clave: variantes, COVID-19 (por supuesto), confinamiento, trabajo/escuela desde casa, vacunas y refuerzo. La pandemia sigue ocupando el centro del escenario mientras aprendemos a mantener la calma y a seguir adelante, a la espera de que lleguen días mejores.
El IoT también ha sido un punto destacado con la salud electrónica
Que se ha convertido en una parte crucial del día a día para muchos, además de los vehículos eléctricos, la energía inteligente y la ciberseguridad.
Antes se consideraba que el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) era aplicable únicamente al mundo B2B, con la promesa de muchos usos para el consumidor y el potencial de transformar las industrias. Esa promesa se ha cumplido con 12,300 millones de conexiones del IoT en todo el mundo, superando las conexiones que no son del IoT, y la incorporación de la telesalud en la rutina diaria de la mayoría de las personas durante la pandemia. Los vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés) y la importancia de la ciberseguridad dentro de los vehículos, así como el ecosistema de las estaciones de carga y la energía inteligente, están influyendo en millones de vidas. El IoT de hoy en día está tomando el lugar del teléfono inteligente como la nueva tecnología «transformadora».
Energía inteligente y vehículos conectados
El cambio climático, el envejecimiento de las infraestructuras, los intensos incendios forestales, los apagones y el creciente uso de los vehículos eléctricos hacen que la energía inteligente sea una pieza crucial del IoT. La lectura remota de los medidores es solo una parte de las ventajas que ofrece el IoT. La gestión de las cargas para evitar las caídas de tensión y los apagones, y la posibilidad de identificar y gestionar las líneas eléctricas envejecidas para evitar los incendios forestales son aspectos importantes de la energía inteligente.
La integración de las fuentes de energía renovables, así como de consumidores de energía, en el centro de la red inteligente, ayudará a satisfacer las demandas de nuestro mundo cada vez más conectado.
Los vehículos eléctricos y los vehículos conectados apoyarán el camino hacia la sostenibilidad, con menos emisiones o menos congestión en las carreteras. Seguirán siendo necesarios los reglamentos y las normas, como la wp29 de la CEPE o ISO 15118, para ayudar a guiar este crecimiento sin precedentes hacia dispositivos más conectados y sostenibles.
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