La inteligencia artificial juega un papel fundamental a la hora de agilizar el proceso de codificación de historias clínicas, que sirve para poder cruzar datos de enfermedades y tratamientos y calcular así la incidencia o la efectividad de una investigación médica, entre otras cuestiones.
La empresa líder en codificación sanitaria ASHO y el Barcelona Supercomputing Center (BSC) han presentado este martes su colaboración en el desarrollo de soluciones a partir de inteligencia artificial en el sistema sanitario.
La pandemia de la covid-19 ha puesto de relieve la importancia de la gestión sistematizada de grandes volúmenes de datos sanitarios, de manera que estos puedan servir para la vigilancia epidemiológica, la incidencia del coronavirus o para estudiar tratamientos.
Para ello, es clave que el síntoma, la prueba o la observación médica tenga un código estandarizado para que sea fácilmente comparable con otro caso igual en otro centro sanitario.
«Por ejemplo, que un código sea covid y el otro insuficiencia respiratoria, y así se puede ver cómo una cosa afecta a la otra; vincular determinadas enfermedades y procedimientos con otros permite trabajar de forma rápida», ha detallado el director del departamento de Inteligencia Artificial de ASHO, Juli Climent.
Los diagnósticos o historias clínicas contienen a menudo abreviaturas o formas diferentes de expresarse de los facultativos, por lo que, al pasar el texto médico al código, puede haber algunos problemas.
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