La capacidad de solucionar problemas de una forma cada vez más eficiente es un atributo fundamental para el desarrollo de negocios como el tecnológico. Pero los “innovadores” no son genios a los que simplemente se les prende la lamparita, son personas de carne y hueso que, en equipo, trabajan para mejorar productos y procesos.
Desde 2018, cada 21 de abril se conmemora en todo el mundo el Día de la Creatividad y la Innovación. La ONU lo determinó con el objetivo de promover el pensamiento creativo multidisciplinar. Estos dos atributos, claves para el desarrollo, son el pilar de las empresas que se dedican a marcar el camino de muchos procesos de nuestro día a día.
La innovación consiste en un cambio que implica una novedad, en un producto o un proceso, para mejorarlo. Según el Informe sobre el Futuro de los Empleos 2020 del Foro Económico Mundial, el pensamiento analítico y la innovación encabezan la lista de habilidades que los empleadores creen que crecerán en los próximos cinco años.
Si bien solemos relacionar el concepto de innovación con el avance tecnológico, se trata de un atributo que puede ser aplicado a cualquier tipo de industria, para aumentar su productividad. El llamado “design thinking”, por ejemplo, es cada vez más utilizado en diversas organizaciones: se trata de una metodología que permite o facilita la solución de problemas, el diseño y desarrollo de productos y servicios, con la creatividad en el centro.
Cuando pensamos en innovación, muchas veces pensamos en una idea que cae de repente, una lamparita que se prende en un momento dado para cambiarlo todo. Sin embargo, las personas que trabajan buscando soluciones innovadoras están involucradas cotidianamente en procesos que implican esfuerzo, trabajo en equipo y mucha prueba y error.
La “cocina” una empresa que se dedica a la innovación
Las soluciones, tecnológicas o no, surgen a partir de problemas. Napse es una empresa líder en soluciones tecnológicas para el retail orientadas a la omnicanalidad, y la innovación está en el core de la compañía. Por eso, los equipos de diversas áreas la viven en su vida cotidiana, y no solo a la hora de desarrollar nuevas soluciones u optimizar las existentes. “Innovar es emprender, lanzarse a lo desconocido con la certeza de que el resultado será mejor que lo que veníamos haciendo”, dijo Antonio Rivero, Director Comercial de Napse, “es la naturaleza de nuestro negocio, con nuestro cliente como centro”.
“El mundo del retail se basa en la innovación, en cómo brindar al consumidor una jornada de compra a su medida, ofrecerle oportunidades basadas en sus intereses, reducir tiempos y esfuerzos a nivel operativo”, explicó Martín Malievac, director de Investigación y Desarrollo de Napse, y agregó: “Innovar es buscar una forma más simple de hacer un producto o un proceso, y la tecnología es solo un medio para lograrlo”.
En el pasado se solía pensar en el proceso de creación de software como un plan cerrado, con un inicio y un fin que representaba un entregable final. Con el tiempo, este concepto cambió drásticamente, fruto de la experiencia que acumuló el sector: son pocos los casos en los que una idea puede definirse y ejecutarse de una sola vez. Por eso, en Napse se trabaja con un modelo de aproximaciones sucesivas y metodologías ágiles de trabajo, que permiten en una etapa temprana cambiar el rumbo en forma parcial o reconsiderar una idea.
“Mi día a día, como parte del equipo de I+D, demanda constantemente la innovación, ya sea para la resolución de un problema en el campo productivo, o bien en la concepción de nuevas funcionalidades para nuestros productos”, explicó Juan Pablo Almeida, Product Manager de Napse, quien definió a la innovación como “una lamparita que se enciende, pero que luego es alimentada a dínamo, es decir, al pedaleo constante, para mantenerla encendida y más brillante”.
Para crear un entorno en que la innovación aparezca, el rol de la empresa y sus líderes es clave. Por eso desde la compañía se reconoce mensualmente a los colaboradores que realizan iniciativas o acciones en esta línea. “Uno de los seis valores troncales de la compañía se denomina “Innovación hasta la médula” y ponemos especial atención al mismo porque nos permite lograr nuestro propósito, que es acercar a las personas a la tecnología a través de experiencias de compra apasionantes”, dijo Agostina Verni, Gerente de Desarrollo Humano de Napse, “buscamos que los colaboradores tengan una mentalidad orientada a “pensar fuera de la caja”, lo cual es clave para poder desenvolverse con éxito en una organización dinámica y cambiante como lo es Napse”.
Y este tipo de habilidades son fundamentales no solo para los profesionales del área de I+D, sino para que cada miembro de la organización, desde su rol, aporte a la empresa nuevos mecanismos y maneras de lograr sus objetivos. “Constantemente busco innovar, automatizar procesos para poder generar nuevas ideas y pensar maneras diferentes de hacer nuestro trabajo”, explicó Marisol de la Fuente, gerente de Marketing de Napse, quien destacó la importancia de la capacitación continua y el conocimiento de las tendencias para poder generar ideas innovadoras: “El proceso es fruto de la acumulación de conocimientos y el cruce de disciplinas, solo cuando se aprende existe la posibilidad de innovar”.
Para los ejecutivos y líderes de Napse, la innovación no es algo que aparece de vez en cuando, en el desarrollo de software. Los miembros de la compañía la viven día a día, optimizando sus procesos y entrenando cotidianamente a equipos que estén dispuestos a cambiar de rumbo si es necesario para lograr los objetivos. A través de una capacitación continua y una búsqueda constante por mejorar, se logra un entorno en el que se puede innovar, ofreciendo al mercado soluciones a la medida de las nuevas demandas de los consumidores.
