Helium premia con criptomonedas a los usuarios que utilizan su red

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El multimillonario negocio del «Internet de las cosas» (IoT) está experimentando un auge espectacular. Los expertos del mercado calculan que el año pasado se invirtieron más de 15.000 millones de euros (aproximadamente 16.500 millones de dólares estadounidenses) en conectar objetos cotidianos con Internet y entre sí.

El multimillonario negocio del «Internet de las cosas» (IoT)

Está experimentando un auge espectacular. Los expertos del mercado calculan que el año pasado se invirtieron más de 15.000 millones de euros (aproximadamente 16.500 millones de dólares estadounidenses) en conectar objetos cotidianos con Internet y entre sí.


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El espectro abarca desde un collar inteligente para el perro hasta una máquina de bebidas o un contenedor de transporte, pasando por un patinete de calle conectado a la red, un termostato de calefacción o un sensor en un cubo de basura público que informa automáticamente cuando hay que vaciarlo.

Sin embargo, el futuro dorado de este fenómeno aún está por delante. Mientras que el potencial de los nuevos contratos de teléfonos inteligentes para consumidores «humanos» se va agotando poco a poco, la curva de crecimiento del IoT apunta decididamente hacia arriba.

En este sector, se prevén tasas de crecimiento de al menos un 20 por ciento anual. Actualmente, no solo los proveedores de telecomunicaciones convencionales compiten por el mercado futuro, sino también nuevos actores.

Estos no buscan su fortuna en las ondas de radio LTE y 5G con licencia

Como lo hacen Telekom o Vodafone, sino en el espectro de frecuencias libres de 868 MHz (en Europa). Esta especificación para redes de baja potencia y área amplia llamada «LoRaWAN» (Long Range Wide Area Network, en inglés), con la que se pueden cubrir distancias de varios kilómetros, no requiere la compra de licencias mediante subasta.

La que más crece en este ámbito es la red de cadena de bloques Helium. La empresa Helium Systems, de la ciudad estadounidense de San Francisco, fue cofundada por Shawn Fanning, que llevó a la industria musical al borde del colapso en los primeros años de Internet con el primer servicio de distribución de música Napster.

Al crear Helium, Fanning no apostó, al igual que lo hizo con Napster, por estructuras centralizadas, sino en el poder de las masas descentralizadas. La mayoría de los nodos, o «gateways», que conectan la red móvil de Helium con Internet no son operados por empresas asociadas, sino por particulares. Por ese motivo, Helium se autodenomina «la red del pueblo».

Pero, ¿cuál es la ventaja de instalar los nodos de Helium en el hogar?

La respuesta es sencilla: el dinero. La red atrae a los usuarios con activos digitales de la criptomoneda HNT, que también se puede cambiar por dólares o euros. Por un «token» HNT se obtienen actualmente unos 20 euros (aproximadamente 22 dólares estadounidenses).

El proceso de minería con HNT no implica operaciones informáticas que consumen mucha energía para mantener el sistema en funcionamiento, como ocurre con Bitcoin. Un portal de Helium no necesita más energía que una bombilla de bajo consumo. Además, se requiere una conexión a Internet.

Los administradores de nodos son recompensados, por un lado, por la mera cobertura de Internet, mediante el mecanismo de «prueba de cobertura». Y también obtienen una parte de los ingresos que pagan los clientes comerciales de Helium por el transporte de sus datos: entre las empresas que utilizan esta red IoT se encuentra, por ejemplo, el proveedor de patinetes Lime.

Las perspectivas de un flujo constante de ingresos han desencadenado en los últimos meses una desenfrenada carrera por participar en Helium. La red cuenta ahora con más de 650.000 puntos de acceso en unas 47.000 ciudades y 164 países. Los dispositivos compatibles están actualmente prácticamente agotados. Los pequeños restos se ofrecen en Ebay a precios horrendos, lo que hace que la minería de Helium no sea rentable en la mayoría de los casos.

Especialmente grandes ciudades como Nueva York, Londres o Berlín

Están ahora tan bien cubiertas que los mineros voluntarios compiten fuertemente entre sí, lo que reduce los ingresos de cada uno. En cambio, en buenas ubicaciones periféricas sin mucha competencia, se pueden obtener fichas HNT por valor de 20 euros al día o más.

A estas alturas, la noticia del potencial de Helium se ha extendido más allá de los particulares que no quieren perderse el próximo gran acontecimiento del sector de las criptomonedas. Los inversores de capital riesgo y los operadores de redes comerciales también están interesados. Empresas de renombre como Khosla Ventures, First Mark Capital, Munich Re Ventures y GV (antes Google Ventures) han comenzado a invertir en Helium.

En Alemania, el operador de redes de transmisión Uplink Network, con sede en la ciudad de Düsseldorf, ha descubierto las ventajas de la nueva red. En realidad, la empresa explota principalmente antenas y transmisores para la radiodifusión. Sin embargo, Uplink ahora también se ocupa de los nodos y antenas de Helium y ofrece soluciones completas para proyectos de radiocomunicación de datos.

Michael Radomski, gerente de Uplink, espera que los ejemplos del extranjero sienten también un precedente en Alemania. En Ámsterdam, por ejemplo, el aeropuerto de Schiphol utiliza la tecnología LoRaWAN para el seguimiento de equipajes y mercancías. En la ciudad francesa de Lyon, se contabilizan con ella los flujos de visitantes en museos y grandes almacenes. La administración del municipio suizo de Schaffhausen hace uso de LoRaWAN para controlar las plazas de aparcamiento.

Según Radomski, la red de Helium es además significativamente más barata que la transmisión de datos con la red móvil clásica. «Estamos contribuyendo a que el acceso a la red Helium sea más barato y fácil de usar», asevera el ejecutivo.

Los operadores móviles clásicos no quieren dejar el Internet de las Cosas en manos de empresas como Helium o Uplink sin oponer resistencia. Hannes Ametsreiter, director de Vodafone Alemania, considera que su empresa está bien posicionada en la competencia: «El número de máquinas, robots y sensores que conectamos en red aumenta más de un 20 por ciento al año. Ya hoy, más de 140 millones de objetos están transmitiendo en nuestra red».

Como grupo internacional de telecomunicaciones, prosigue, su empresa puede por tanto ofrecer servicios globales en el Internet de las cosas, lo que es de gran importancia, por ejemplo, para las empresas de logística que conectan en red contenedores o paquetes. «Las redes con licencia proporcionan la máxima calidad y la mayor seguridad posible en el Internet de las cosas”, puntualiza Ametsreiter.

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