Por Ariel Jeria – Gerente General de Rompecabeza
Controles reforzados: ¿Una amenaza a la privacidad?; Hace algunos días, la Unión Europea anunció que realizarán controles reforzados a ciertas plataformas digitales, con la finalidad de hacer frente a la circulación de discursos de odio y/o la desinformación que son emitidas y replicadas a través de este tipo de aplicaciones. La noticia genera varias interrogantes, sobre todo relacionadas a qué tan lejos pueden llegar este tipo de medidas y si podría representar una amenaza a la privacidad y/o confidencialidad de las empresas.
Las plataformas digitales con una gran cantidad de usuarios, más de 45 millones, se verán obligadas a cumplir con ciertos procedimientos y auditorías anuales para combatir la desinformación y los discursos de odio según una nueva regulación europea. Aquellas empresas que no cumplan con los requisitos legales podrían enfrentar multas significativas y una posible prohibición temporal de operar en Europa.
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Las afectadas por estos controles, que empezarán a aplicarse a partir de fines de agosto, son 19 plataformas, entre las que se encuentran TikTok, Twitter, Linkedin, así como también a las empresas asociadas a gigantes de internet como Meta (dueña de Facebook e Instagram), Google y Microsoft y a las que, eventualmente, podrían sumarse otras.
La iniciativa se desprende de dos nuevas leyes que adoptó la Unión Europea: Una relacionada a los Servicios Digitales y otra orientada a Mercados Digitales, que entró en vigor en noviembre del 2022, donde define ese umbral de 45 millones de usuarios al año para distinguir a aquellas que por su tamaño son consideradas «sistémicas» y, que por lo mismo, requieren una observación especial.
Dado lo anterior ¿Qué están dispuestas a dar a conocer las empresas para seguir operando en la Unión Europea? Tanto los algoritmos que utiliza cada una, como la información que almacenan de cada usuario y la forma en que utilizan dicha información, forma parte de la propiedad intelectual de cada una. O sea, son parte de su privacidad, sus “recetas secretas”.
La vulnerabilidad o publicación de información sensible, no es un tema menor y puede promover el surgimiento de otras aplicaciones similares a las que existen, con una cantidad de usuarios menor que no las obligue a ser sometidas a estos controles forzados. De hecho, sin la aplicación de esta norma, ya hay casos similares, con Telegram frente a Whatsapp o Mastodon frente a Twitter.
Por el momento se desconocen detalles de qué datos pedirá la Unión Europea y qué tanto estarán dispuestas a ceder las compañías, pero la alerta ya se ha levantado.