Industria texil ecuatoriana se recupera gradualmente

desafíos sector textil

La industria textil, un pilar en el sector manufacturero, experimentó un impacto significativo durante la pandemia de COVID-19. A lo largo de los últimos dos años, esta industria ha mostrado signos de recuperación gradual, aunque aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia.

La reactivación de fábricas y locales en términos de producción y comercialización ha sido un paso adelante, pero se enfrentan a nuevas dificultades como la falta de mano de obra calificada debido a la migración, así como desafíos relacionados con la inseguridad y el comercio ilícito.


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En 2020, las ventas del sector se desplomaron hasta un 70% debido a las restricciones de confinamiento, según la organización Mucho Mejor Ecuador. Para adaptarse a la crisis, algunas empresas incursionaron en la confección de mascarillas y ropa de bioseguridad, y también exploraron el comercio electrónico.

Aunque la recuperación se ha manifestado desde 2021 y el 2022 trajo cierta normalidad, la industria textil ecuatoriana aún enfrenta desafíos para alcanzar sus cifras del 2019. Según cifras de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), los indicadores aún se encuentran un 12% por debajo de las cifras prepandemia.

Las ventas anuales a nivel nacional rondan los 1.400 millones de dólares y el sector brinda alrededor de 140 mil empleos en manufactura. No obstante, el comercio ilícito y la evasión de aranceles son preocupaciones que socavan la competencia y el crecimiento. Se estima que la evasión de aranceles genera pérdidas fiscales de hasta 40 millones de dólares.

La migración provocada por la pandemia ha impactado en la disponibilidad de mano de obra calificada, creando un déficit del 40% en algunos casos. La industria también ha lidiado con la escasez de materias primas, como telas, debido a las interrupciones en la cadena de suministro global.

Aunque el sector muestra una reactivación, la inseguridad ha obstaculizado a varias empresas, obligándolas a cerrar locales debido a delincuencia y amenazas. A pesar de estos desafíos, la industria textil continúa luchando por recuperar su posición y desempeñar un papel crucial en la economía del país, abogando por el consumo de productos nacionales para impulsar el empleo y la sostenibilidad económica.