La lista de la compra incluye atún, papel de baño, leche y otros víveres. Pero ya no está escrita en un papel. Desde hace un par de años, María Ramírez decidió dejar de ir al súper y comprar su despensa en línea. Para ella, el tiempo es oro en la Ciudad de México y no quiere desperdiciar parte de su día saliendo de casa para ir a recorrer un supermercado. Para una gran parte de los consumidores mexicanos, sin embargo, hacer la compra en una tienda es una experiencia familiar y de entretenimiento.
La experiencia con el super ha hecho que Ramírez incremente sus compras por Internet a muchos otros productos, como ropa, artículos para manualidades y alimentos preparados a través de diversas plataformas de delivery.
Las compras por Internet siguen creciendo en México, pero hacer el super en línea no es tan común en el país: los consumidores mexicanos siguen prefiriendo las tiendas físicas.
Recorrer los pasillos del supermercado, ver y tocar la mercancía e, incluso, comprar algunos productos en oferta fuera de su lista de compras es un modo de sociabilizar y pasar tiempo con la familia. “Para las familias mexicanas, ir al super implica ir a pasear, es un tema de convivencia. La idiosincrasia del latinoamericano y el mexicano es de convivir con quién le surte la carne, el pescado, la cajera… Eso está muy arraigado”, dice Claudia de la Vega, directora de Desarrollo y Responsabilidad Corporativa de Walmart de México.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), el 77% de los consumidores siguen prefiriendo las tiendas físicas por la experiencia de compra, porque prefieren ver y tocar los productos antes de comprarlos y porque prefieren recibir su compra en ese momento. Este mismo porcentaje teme sufrir algún tipo de fraude electrónico al proporcionar sus datos bancarios en algún sitio o aplicación.
