Ecommerce: Algunos reclamos en compras por Ecommerce

La compra digital ya se ha instalado en el panorama nacional como un hábito que es seguido por miles y miles de usuarios. Así se pone de manifiesto es un reciente informe realizado por el Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación.

Y en el que se constata que casi el 30 % de los consumidores españoles adquieren productos online de gran consumo. Y que se incrementa en los porcentajes en lo referente a otros sectores del comercio digital.


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Pero una de las mayores incertidumbres que presentan estas personas es la que está referida a sus devoluciones y los canales que tienen a su disposición para formalizar sus reclamaciones o quejas. Ante la idea, más o menos generalizada, de que existen ciertas lagunas en la normativa actual sobre esta actividad económica. Hasta el punto de que puede retraer una decisión positiva a este respecto. En especial, en con su comparativa con el consumo tradicional o más convencional.

En este sentido, hay que recalcar que el comercio electrónico en España si tiene unas reglas para que los compradores puedan realizar una devolución del producto o artículo adquirido. Pero en donde hay que cumplirse una serie de requisitos para realizar el proceso de forma satisfactoria para los intereses de los propios usuarios. En parte, desconocidos por estos y que se conforma como la principal fuente de controversia en los hábitos de compra online.

Reclamaciones en un Ecommerce

Los usuarios deben conocer en todo momento los derechos que les asiste cuando van a realizar una compra de un producto en un Ecommerce o tienda digital. Además, cada vez es más frecuente que estas empresas expongan muy claramente en sus páginas web las condiciones de estas operaciones comerciales. Para que puedan ser consultadas por los usuarios y público en general sin salir del dominio.

Con toda una serie de derechos que están recogidos en la actual ley de consumidores, y que afectan a cualquier segmento de la compra online. Desde la adquisición de material informático a de ropa o vestuario juvenil. Pasando, por otro lado, por otros sectores más innovadores que ha emergido en los últimos años ante la positiva incidencia de estos hábitos en el consumo entre los consumidores nacionales.

En estos estos casos, tendrás reconocidos unos derechos en algunas de las operaciones online desde cualquier tienda digital. Te vamos a exponer algunos a los que tienes derecho en esta clase de compras a través de la red.

Un Ecommerce debe identificarse ante el cliente

Quizás no lo conozcas, pero estas empresas deben de aportar sus datos en la web. Siempre y cuando estén debidamente establecidas en el territorio nacional. Como por ejemplo las siguientes fuentes de identificación:

Denominación social.
Su número de identificación fiscal o NIF.
Los datos para contactar con ellos ante cualquier incidencia.
Formas de pago en las compras

Está contemplado por la actual normativa que el comercio o tienda digital ofrezca a sus clientes una lista sobre los medios de pago habilitados. Entre los que están disponibles los siguientes:

Tarjetas de crédito y débito.
Transferencias bancarias, tanto nacionales como internacionales.
Nuevos formatos tecnológicos de pago electrónico.
Y por último sistemas, como por ejemplo Pay Pal u otros de similares características.

En todos los casos mencionados, no podrán cobrar a sus clientes o usuarios un recargo por su utilización. Esto puede suponer un fraude de ley que requiere de la oportuna denuncia ante las autoridades competentes, generalmente los servicios de consumo en las comunidades autónomas o ayuntamientos.

Cumplimiento en los plazos
Es uno de los aspectos que más preocupan a los usuarios, en especial por los retardos que pueden sufrir los productos o artículos demandados. En este sentido, si no hay especificación expresa el plazo hasta donde se pueden recibir los productos es de un mes completo.

Si por cualquier circunstancia no se cumplieran, el usuario dispondría de varias opciones para formalizar en este proceso:

Comunicárselo al comprador que se va a producir una variación en los plazos. Ante este escenario dispone de dos alternativas:

Anular la operación comercial

Seguir adelante con el proceso, pero tenga que abonar un coste adicional.

Mientras que por otra parte, en los escenarios de retrasos no justificados siempre podrán reclamar que le abonen en cuenta el doble del importe que supuesto esta compra. Aunque para que lo tengas más claro a partir de estos momentos, todo se resume en el hecho de que el usuario tiene 14 días para desistir de la compra de un bien sin justificar el motivo, y el importe deberá ser devuelto en los 14 días siguientes al desistimiento.

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