Pobreza monetaria en Colombia: ¿seguimos a la baja o repuntamos? En el año 2022, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) presentó las cifras relacionadas con la pobreza monetaria y la pobreza monetaria extrema en Colombia.
Según los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih), aproximadamente 18.3 millones de colombianos experimentaron niveles de pobreza monetaria, lo que representa un descenso del 3% en comparación con 2021. Según las cifras actuales, 1.3 millones de personas lograron salir de esta condición el año pasado.
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El DANE también informó que el año anterior, el 36.6% de la población colombiana se encontraba en situación de pobreza monetaria, lo que representó una mejora al disminuir en 3.1 puntos porcentuales con respecto a 2021, cuando se registró un 39.7%. En lo que respecta a la pobreza extrema, el DANE indicó que los ingresos de una persona en esta categoría eran de $198,698 en 2022, lo que significa que el ingreso en un hogar de cuatro integrantes en esta condición asciende a $794,792, en comparación con los $641,000 del año 2021.
Se informó que un total de 6,904,501 personas experimentaron pobreza extrema en 2022. Al comparar esta cifra con la registrada en 2021, se observa un aumento de 130,907 ciudadanos, ya que el total de personas en esta condición fue de 6,773,594.
Ante estas alarmantes cifras, se consultó a varios expertos para obtener sus opiniones:
Claudia Milena Manjarrez, presidenta de la corporación CICCE: En una población de más de 52 millones de habitantes, el hecho de que un 36.6% de las personas se encuentre en situación de pobreza monetaria y un 13.8% en pobreza monetaria extrema sigue siendo alarmante. Esto significa que más de 26.3 millones de personas disponen de ingresos mensuales que oscilan entre $354,031 y $161,099 para cubrir sus necesidades básicas, lo que equivale a entre $5,369 y $11,800 para alimentos, transporte, alojamiento y otras necesidades esenciales. Aunque se observó una ligera mejora en la pobreza monetaria, el número de personas en esta situación se mantiene similar en comparación con 2021. La pobreza monetaria extrema aumentó ligeramente en un 0.2%, lo que equivale a 104,432 colombianos adicionales en esta difícil situación socioeconómica.
Esta situación afecta a más de la mitad de la población colombiana, y es esencial que el gobierno y la sociedad busquen soluciones que generen una movilidad social real en lugar de brindar soluciones temporales. La educación es fundamental en este sentido, y es necesario romper paradigmas que ven la educación superior como la única opción. Además, se debe promover la formación para el trabajo, que es una estrategia más económica y enfocada en brindar competencias laborales pertinentes a corto plazo. Esto puede ayudar a aumentar los ingresos per cápita y elevar a las personas en la escala de la pobreza.
A pesar de la mejora en las cifras, el mundo postpandemia ha experimentado cambios en las necesidades humanas y en la demanda de habilidades específicas para generar ingresos. La alta inflación, los cierres o adaptaciones empresariales debido a la pandemia y la dificultad para acceder a una educación técnica rápida y económica son desafíos que afectan especialmente a quienes se encuentran en situación de pobreza.
Laura Cristancho, coordinadora del Programa de Economía del Politécnico Grancolombiano: Los desafíos relacionados con la pobreza monetaria y la pobreza en general están vinculados con la identificación de poblaciones que aún se encuentran muy por debajo del promedio. Esto incluye hogares encabezados por mujeres jefas de familia, personas con bajos niveles de escolaridad y regiones del país donde el acceso a servicios públicos es limitado y los ingresos son insuficientes. La disminución de la pobreza monetaria es un paso en la dirección correcta, pero es esencial analizarla en conjunto con otros indicadores de pobreza, como la pobreza multidimensional.
Michael Ortegón, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UNINPAHU: A pesar de la disminución en la pobreza monetaria, la población en situación de pobreza monetaria extrema aumentó ligeramente en 2022 en comparación con 2021, lo que es motivo de preocupación. Los ajustes realizados en la Encuesta Nacional de Hogares y Personas (ENPH) han mejorado la calidad de los datos, lo que sugiere que las cifras de pobreza obtenidas son más precisas y confiables.
El impacto de la pandemia sobre la pobreza parece estar siendo contrarrestado por el crecimiento económico. Sin embargo, es importante recordar que la inflación se ha incrementado en respuesta a la necesidad de aumentar el consumo durante la pandemia, afectando negativamente a las personas con menores ingresos.
Para combatir la pobreza, es crucial controlar la inflación. El crecimiento económico se presenta como una solución, y el sector privado puede contribuir al ofrecer más bienes y servicios a medida que aumenta la productividad. La política fiscal también desempeña un papel en la inflación, y es esencial que sea austera en momentos de inflación para evitar afectar a los más pobres.
En resumen, a pesar de la mejora en las cifras de pobreza monetaria, Colombia se enfrenta a desafíos significativos en la lucha contra la pobreza. Es necesario abordar no solo la pobreza monetaria, sino también las dimensiones multidimensionales de la pobreza y buscar soluciones sostenibles que generen movilidad social y mejoren la calidad de vida de la población más vulnerable.
