Según el análisis, la desaceleración en el ámbito laboral en el mundo entero, provocada por las secuelas de la pandemia, la guerra socio económica entre naciones, la recesión económica, la relación entre los proyectos de sostenibilidad ambiental y social, y las posiciones de los gobiernos corporativos, entre otros, son los principales factores que han dado apertura a tiempos de austeridad en las organizaciones.
El informe también da cuenta que los planes de austeridad de las compañías están proyectados, en su mayoría, a mínimo tres años, e incluye sostenimiento del número de empleados y detención de estrategias de expansión.,
La gerente de la Unidad de Desarrollo Organizacional en Change Américas, Catalina Pinzón, aseguró que es necesario que las empresas adopten nuevas metodologías de trabajo como la agilidad organizacional y una actitud receptiva a los constantes cambios.
Así mismo, en el análisis se señala que el panorama y las expectativas económicas desmejoraron de manera drástica en los últimos años e impactaron el capital humano, por lo que en este momento es crucial para las personas ser prevenidos y responsables con los gastos, mientras que las organizaciones deben enfocar la energía en mantener su crecimiento de ingresos.
Sin embargo, según lo reveló este análisis, muchos de ellos se quedan en acuerdos producto de la planeación. Así las cosas, el principal reto va más allá del diseño estratégico y se enfoca en “hacer viva” la estrategia en la ejecución del día a día.
En cuanto a las razones por las cuales las empresas no implementan en su totalidad los planes estratégicos, el informe evidenció que: aunque definen muy bien la estrategia, las organizaciones no saben cómo comunicarla, ejecutarla y medirla para asegurar el resultado.
Para solucionar estas barreras un aspecto importante es lograr que las personas conecten su trabajo diario con los propósitos estratégicos, es decir, los colaboradores no saben cómo el trabajo individual impacta a la estrategia y en muchos casos los líderes de la estrategia no cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las acciones.
Sin embargo, según lo reveló este análisis, muchos de ellos se quedan en acuerdos producto de la planeación. Así las cosas, el principal reto va más allá del diseño estratégico y se enfoca en “hacer viva” la estrategia en la ejecución del día a día.
En cuanto a las razones por las cuales las empresas no implementan en su totalidad los planes estratégicos, el informe evidenció que: aunque definen muy bien la estrategia, las organizaciones no saben cómo comunicarla, ejecutarla y medirla para asegurar el resultado.
Para solucionar estas barreras un aspecto importante es lograr que las personas conecten su trabajo diario con los propósitos estratégicos, es decir, los colaboradores no saben cómo el trabajo individual impacta a la estrategia y en muchos casos los líderes de la estrategia no cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las acciones.