Estamos preparados para el auge de la Inteligencia Artificial, en los últimos diez años, la inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento vertiginoso, que ha dado lugar a avances significativos en replicar la inteligencia humana en las máquinas.
Estos avances no son meras especulaciones futuristas, sino que ya han demostrado resultados tangibles en la práctica. Ejemplo de ello son los asistentes virtuales en los teléfonos inteligentes, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades a través del análisis de imágenes médicas, y el conocido ChatGPT, utilizado para mejorar la eficiencia laboral y optimizar los tiempos de trabajo.
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“Grandes empresas se han embarcado en una competencia para entrenar el método de IA más poderoso”, afirma Pablo Arbeláez, director del Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial (CinfonIA) de la Universidad de los Andes.
Según él, lo que hemos presenciado hasta ahora en esta disciplina solo representa una pequeña muestra de su verdadero potencial, que se desplegará aún más en un futuro cercano. Por lo tanto, es crucial prepararse para los desafíos que este crecimiento conlleva.
En la actualidad, existe una creciente preocupación acerca del impacto de esta nueva tecnología en diversas profesiones y en el panorama laboral en general. Según el Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial, se estima que para el año 2025 las máquinas podrían desplazar hasta 85 millones de empleos.
Sin embargo, el documento también revela un dato alentador: se prevé la creación de aproximadamente 97 millones de nuevos empleos que requerirán una colaboración esencial entre humanos, máquinas y algoritmos.
La Universidad de los Andes, en alianza con Coursera, lanza la Maestría virtual en Inteligencia Artificial (MaIA), una apuesta por formar a una nueva generación de expertos en metodologías de IA con un enfoque práctico en las organizaciones.
“La formación de profesionales en IA es clave para aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología. El capital humano es un activo crítico para el desarrollo de la inteligencia artificial, en un marco que garantice las libertades individuales y la independencia regional”, afirma Haydemar Nuñez, coordinadora del programa.
