Colombia: Lo que sucede con las tiendas de barrio en la pandemia

Cifras de Fenalco señalan que en Colombia existen cerca de 266.000 tiendas de barrio. El gremio trabaja en iniciativas para evitar cierres.

Apesar que los problemas macro son el dolor de cabeza para los Gobiernos y empezar la reactivación es la prioridad inmediata, existen factores que afectan la economía del día a día en la población. Sitios como tiendas de barrio, zapaterías, fruvers, lavanderías, droguerías y pequeños y supermercados, también han sufrido los efectos de la pandemia y se han acomodado a las nuevas circunstancias.


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Cabe señalar, que en muchos de estos sitios se genera una economía de confianza o popularmente conocida como el ‘fiado’, que no es más que mini crédito al consumidor.

Muchos de estos negocios, han tenido que disminuir sus pedidos y algunos están al borde del cierre, porque sus ventas han disminuido y no han encontrado formas de financiación para continuar con sus actividades. Sumado a esto, algunos no pueden pagar los arriendos.

Cifras de Fenalco, señalan que en Colombia existen cerca de 266.000 tiendas de barrio. Este gremio ha trabajado en iniciativas digitales para evitar el cierre de establecimientos que son claves en el abastecimiento como panaderías, tiendas y fruvers.

Para entender mejor el panorama de la economía de barrio, Carlos León, director del programa de Contaduría Pública de la Fundación Universitaria San Martín, expone algunos puntos claves para reactivar este sector.

¿El cierre de tiendas y locales asociados a la economía del día a día qué tanto afecta a los bolsillos de las personas y los barrios?

La actual situación ha generado que muchos de los establecimientos de barrio se vean afectados por la falta de clientes, sin embargo, es posible que perduren las tiendas de barrio creadas por los dueños de los predios, ya que se quitan el costo de pagar arriendo. Por otra parte, se debe tener en cuenta que muchos de sus proveedores no han podido elaborar productos, generando desabastecimiento y en algunos casos el aumento de los precios en los productos.

Todos estos factores han afectado el bolsillo de las personas, en especial los tenderos ya que es su único sustento y por defecto los dueños de los predios arrendados no contarán con el valor del arriendo al igual que las empresas productoras de los bienes consumidos en estos establecimientos, generando una gran cadena de pérdidas y esto debido a que en Colombia las tiendas de barrio representan el 52 % del mercado masivo de consumo masivo según Tienda Registrada.

El porcentaje de desempleo es alto, pues los negocios ya no tienen un punto de equilibrio para contratar personal. Se han visto casos en donde en un establecimiento donde existían 10 empleados hoy día solo queda el dueño y dos empleados no más.

¿Los tenderos que están a punto de cerrar, qué tipo de auxilio deberían pedir?

Uno de los beneficios podría ser la compra sin IVA por el término de la cuarentena, un beneficio por riesgo de no continuidad que permita apalancar sus negocios, así como se paga Sayco se debería crear un fondo similar para los tenderos. Hay que tener en cuenta que es un grupo económico representativo en Colombia, sin embargo este sector no cuenta con educación financiera para mitigar este tipo de riesgos, este tipo de ayudas son las que pretendemos brindar a través de nuestro consultorio empresarial.

¿Es viable que estos negocios se vinculen a plataformas tecnológicas para poder expandirse?

Algunos negocios se han reinventado y utilizan Whatsapp y Facebook para poder vender sus productos y de esta manera la modalidad de los domicilios se ha incrementado en un porcentaje alto.

¿Deberían este tipo de negocios contar con exenciones tributarias?

La mayoría de estos negocios son de personas naturales no responsables de IVA algunos formales y otros no formales. Para poder medir el impacto de las exenciones tributarias se requeriría de un censo muy juicioso, sin embargo, para los formales sería una manera de estimular la continuidad de sus negocios.

El experto señala que al principio todo era orden y control en estos aspectos por miedo al contagio, sin embargo, en estos momentos la filosofía popular de ¨cliente es cliente y se le atiende¨ se han venido acabando con estas restricciones, llegando a solicitar solo el uso del tapabocas. En conversación con algunos tenderos, ellos no se pueden dar el lujo de escoger a sus clientes y cada uno es responsable de sus actos.

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