Colombia: Lafayette y Cotton le apuestan a la moda ecológica

El medioambiente clama por ayuda y esto lo han entendido los sectores económicos, pues saben que es tiempo de acoplar sus procesos productivos con conductas amigables con los efectos del clima. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), solo tendrán hasta 2030 para lograr revertir los efectos del cambio climático.

Uno de los más destacados ha sido el campo de la moda, donde tanto compañías como industrias enteras han buscado alternativas para compatibilizar su producción con la recuperación del medioambiente. Esas acciones fueron destacadas en la edición 31 de Colombiatex de las Américas, que concluye hoy en Medellín, a través de un espacio que llamaron ‘Ruta de la Sostenibilidad’.


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Dicha sección de la feria, que se estrenó este año, tiene como propósito destacar a las empresas que centran su operación en tres pilares básicos para diseñar sus sistemas, procesos y comunidades humanas: medioambiente, sociedad y economía. Esto con el fin de que no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza de generar y sostener la vida.

Para 2019, fueron elegidas 17 empresas para conformar el espacio que destinó Inexmoda, organizadora de la feria. A pesar de que 55% del portafolio de empresas sostenibles proviene de Colombia, la firma destacó la presencia de países como Brasil, México, Italia, México, España y Estados Unidos.

Según el presidente de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, las tácticas que más se utilizan en el sector de la moda para ser amigable con el medioambiente son las que tienen que ver con el buen uso del agua, su tratamiento y reutilización, así como la optimización de las compañías en sus prácticas de reciclaje de su portafolio de materiales.

Los empleados también cuentan

Además del bienestar del medioambiente, las prácticas de sostenibilidad en una empresa también van orientadas desde el punto de vista social. Según Botero, hay una gran preocupación en el sector por el bienestar de los trabajadores del sistema.

“Aquí lo importante es que se les pague adecuadamente, además de combatir el tema de la informalidad”, aseguró.

El ejecutivo también destacó que existen otros ejercicios más sociales en sostenibilidad asociados, los cuales están relacionados a crear buenos ambientes de trabajo en las compañías del sistema moda.

Casos destacados

Una de las empresas que ha adquirido mayor visibilidad en este espacio es la textilera colombiana Lafayette, pues cuenta con proyectos consolidados tanto en la parte ambiental como en la social.

En el primer caso, la compañía posee dos plantas de agua residual que tratan 100% y reciclan 60%, utilizándola además en sus procesos productivos.

Por el lado del reciclaje, Lafayette cuenta con un centro de acopio donde se seleccionan materiales aptos para su reutilización, además de programas internos que buscan “la sensibilización y el hábito para una disposición correcta de recursos”.

Con respecto a los programas de emprendimiento, la firma cuenta con la iniciativa ‘Hilando empresa’, que ha impactado a 600 confeccionistas durante seis años con capacitaciones administrativas y de negocios.

Además, ha impulsado un proyecto de madres emprendedoras donde brinda talleres lúdicos a 100 mujeres de este nicho poblacional que viven cerca de la planta de Lafayette.

Naydú Serrato, vocera oficial de Lafayette, comentó que “el modelo responde a una estrategia que busca el equilibrio entre los impactos que una organización enfrenta desde el punto de vista social y ambiental”.

Se suman industrias

Se han registrado escenarios donde una industria completa ha tomado la decisión de transformar sus procedimientos ante el panorama actual. Es el caso de la industria algodonera, que ha dado inicio desde este año a prácticas sostenibles con objetivos y avances concretos fijados a 2025.

De acuerdo con información del Cotton Council International, las metas nacionales para el algodón de EE.UU. a 2025 consisten en reducir 39% las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir 15% el gasto de energía. También esperan aumentar 13% la productividad al reducir el terreno utilizado por libra de fibra, e incluso buscan aumentar 18% la eficiencia de riego.

Catalina Rubiano, coordinadora de abastecimiento de Cotton USA para la región Andina, dijo que “las familias estadounidenses han sido las más interesadas en la iniciativa”.

Conexión con el ecosistema de innovación

De acuerdo con el director de OpenLab, Sebastián Toro, la sostenibilidad ya no es un deseo corporativo, sino una obligación para las empresas del sector, así como un ingrediente para los modelos de negocio exitosos. “Ya no es una alternativa, sino un mandato”, aseguró. Por su parte, mencionó que las tendencias que se ven entre los consumidores apuntan a preferencias por productos amigables con el medioambiente, sobre todo si se busca hacer innovaciones en el portafolio de productos. “Es imposible que se piense en innovar sin pensar en ese factor”, señaló.

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