Colombia: Irotama quiere llegar al interior del país

La cadena Karisma, los nuevos operadores del hotel Irotama de Santa Marta, que hicieron oficial el cambio de administración hace poco más de un mes, tienen grandes proyectos con esta marca colombiana para los próximos años.

De acuerdo con Diego Jaramillo, nuevo director general de Karisma para Latinoamérica -cargo al que renunció Juan Pablo Franky, actual viceministro de turismo, para poder desempeñarse en el sector público- uno de los objetivos principales de la empresa operadora es expandirse por la región, pero principalmente en Colombia.


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En ese orden de ideas, según indicó el ejecutivo en diálogo con Portafolio, los primeros destinos a los que llegarían serían el Eje Cafetero y la Sabana de Bogotá, lo cual resulta novedoso teniendo en cuenta que la cadena Karisma y el hotel Irotama, se han caracterizado siempre por tener alojamientos de playa con fines vacacionales y una vocación familiar.

Además, Jaramillo anunció que les interesa abrir una nueva sede en Cartagena, con lo que sumarían cuatro y que continuarán con su plan de expansión a nivel internacional.

De esa forma, en el 2019 estarían inaugurando un hotel de la marca Nickelodeon en la Riviera Maya (México) y definirían las fechas de construcción de otro alojamiento de este tipo en Brasil.

¿Dónde empezarán a operar más pronto?

Nosotros manejamos dos niveles: Karisma global, con presencia en América y Europa, y Karisma en América Latina, que es lo que gestionamos desde la oficina de Bogotá.

Para Karisma global viene un tema muy importante y es fortalecer las alianzas que tenemos, dentro de las cuales la más relevante es Viacom, la compañía de comunicaciones dueña de canales como Nickelodeon y MTV. De la mano de eso vienen cosas importantes para la región, porque estamos haciendo mucho énfasis en el desarrollo de estas marcas y en el 2019 vamos a abrir el primer Nickelodeon de Latinoamérica en la Riviera Maya, en México.

¿Cómo ha sido el crecimiento de la cadena?

Entre el 2010 y 2017, la cadena ha venido creciendo, tanto en el número de habitaciones como en EBITDA, con unas tasas de alrededor del 17% anuales, lo cual nos ha permitido que ahora tengamos presencia en 6 países, de dos continentes, con 32 hoteles y aproximadamente 5.800 llaves. Esto además es un cumplimiento acelerado de las metas corporativas que se habían planteado, porque la idea inicial para el 2020 era tener 30 hoteles y en el 2018, con la incorporación del Irotama en Santa Marta, logramos superar esa cifra.

En términos generales queremos seguir creciendo a nivel de marcas icónicas y relevantes. Esperamos el próximo año empezar a fortalecernos en la zona de mayor potencial de crecimiento para nosotros que es Latinoamérica, más allá de México y el Caribe que es nuestro principal destino y de Europa, en Croacia, que es la segunda región de más importancia para la organización.

Así mismo, queremos traer el segundo Nickelodeon para la región en Brasil, – luego del mencionado en México- y esperamos que, en el primer trimestre del próximo año, tengamos algo ya más definido para tener programas de construcción específicos con fechas.

El tercer Nickelodeon queremos que sea en Colombia y estamos buscando alternativas de dónde podría ser.

¿Cuáles son las expectativas en Colombia?

Para nosotros dentro de Latinoamérica la piedra angular como destino es Colombia, no solamente para los hoteles vacacionales, sino también para los de ciudad.

Queremos desarrollar la marca Irotama por fuera de Santa Marta, y llegar a destinos como Cartagena, pero también al interior del país, como por ejemplo en el Eje Cafetero y la Sabana de Bogotá, en diferentes destinos que son atractivos para las familias, porque nosotros somos una empresa definitivamente familiar, y la vocación va a seguir siendo de un hotel familiar, pero con unas facilidades e infraestructura apropiada también para el mercado corporativo y de negocios.

Adicionalmente, queremos trabajar en fortalecer la plataforma comercial en la región, para que los ingresos que se dan aquí correspondan con la oferta, porque, por ejemplo, solo el hotel Irotama representa el 2% de las habitaciones de Karisma en esta región. Pero por ahora solo representamos, dentro de todas las fuentes de negocio de la cadena, menos del 0,5% de la facturación, entonces queremos convertirnos en un emisor de demanda para todos los hoteles de la plataforma de Karisma y ganarnos una posición relevante en ese sentido, que la proporción de ingresos sea igual a la de las habitaciones.

Otro objetivo a corto plazo es implementar muy bien la filosofía Karisma en Irotama, para que se puedan combinar ambas identidades a la perfección. Para eso desarrollamos un plan que empezamos a trabajar desde el 15 de agosto, cuando se firmó el convenio, y trajimos a un equipo de preparación que estuvo compuesto hasta por 50 personas en su momento, y en el que estuvieron involucrados diez líderes globales de diferentes segmentos de la compañía.

Así mismo, estamos buscando incorporar hoteles Allure, que es nuestra marca de ciudad, en Perú, y más adelante en Argentina, que son destinos donde podemos encontrar una relación de desarrollo entre la hotelería y las industrias creativas.

¿Por qué el interés en esos movimientos culturales?

Con el creciente interés de la comunidad de ampliar sus experiencias, nosotros como hoteleros tenemos que permitirles ser ese puente, entre los destinos en donde hay una oferta creativa significativa y los viajeros, lo cual no significa que sea un tema de nicho.

Un ejemplo es Mompox, que tiene una riqueza patrimonial envidiable y donde se hace el festival de jazz, que es claramente una actividad de la economía naranja, entonces nuestro rol como industria es que la infraestructura hotelera, los niveles de visitas y de ocupación, de la mano del flujo de turistas, vayan creciendo cada vez más alrededor de ese concepto.

El Gobierno ha hablado de la economía naranja y del turismo como el nuevo petróleo, que son dos cosas que tienen sentido conceptualmente, pero necesitamos que esas intenciones se vuelvan programas concretos que incentiven la inversión en esos destinos específicos, porque si no va a pasar lo que ya sucedió en Bogotá, donde hubo un crecimiento muy grande en la oferta de los últimos años, y donde los hoteles entre semana tienen ocupación del 70%, pero los fines de semana son inferiores al 30%, porque no se conocen las otras cosas que se pueden hacer en la ciudad.

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