Las históricas bajas temperaturas registradas por estos días en Estados Unidos podrían dañarles la fiesta a las flores colombianas, que esperan hacer su agosto con la celebración de San Valentín, el 14 del presente mes.
Ciudades como Chicago han cerrado casi todos los servicios de transporte automotor, e incluso el tránsito de las personas por las calles. Aunque hacia el sur del país las condiciones son benignas, existe el temor de que una ola de frío que tenga la fuerza suficiente para abarcar estas zonas, sea catastrófico para las ventas de la fiesta de los enamorados.
Otra situación, que estuvo a punto de ‘congelar’ la festividad fue el cierre del gobierno estadounidense, lo que obligó al cese parcial de las actividades en los puertos de entrada a los Estados Unidos, como Miami, por donde ingresan las exportaciones de flores colombianas.
En el aeropuerto de Miami, por donde llega el 63% de los productos perecederos y el 89% de todas las flores que llegan a ese país, fue evidente la escasez de inspectores del Servicio de Sanidad Animal y Vegetal (Aphis), encargados de revisar los envíos de flores.
Como consecuencia del cierre del Gobierno se suspendieron los contratos de los empleados ‘no esenciales’ de las agencias (Usda y Aphis, entre otras) relacionadas con las operaciones del comercio exterior, así como los encargados de los trámites documentales y de la inspección fitosanitaria.
Según Álvaro Villamizar, presidente de la Cadena Productiva de Flores y Follajes (Caproflor), algunos floricultores ya se habían quejado por la merma de funcionarios en el servicio de inspección, lo que había ocasionado incumplimiento en entregas y hasta pérdidas de varios embarques.
Por ahora, en Colombia, “las condiciones son más que óptimas para que se dé una festividad sin contratiempo alguno”, dijo Jaime Rodríguez, representante de la empresa Jaroma Roses, especializada en el cultivo de rosas, en Gachancipá (Cundinamarca).
Para el empresario del sector floricultor, este año es uno de los mejores, en cuanto a lo local se refiere, “No se presentaron heladas, la tasa de cambio es más que favorable y nuestros cultivos florecieron en el momento esperado, por lo que tenemos es calidad, suficiente oferta para exportar y a tiempo.
“Un lunar ha sido la consecución de mano de obra, pues ante el proceso de industrialización de las provincias de Sabana Centro y Sabana Occidente, esto es cada vez más difícil”, dijo el vocero de Jaroma Roses, quien ha tenido que emplear personas residentes en Tunja, desde donde todos los días tres buses con personal hacen ruta.
Una situación parecida, la escasez de personal, la han padecido ya los floricultores de Antioquia, donde se recluta personal de municipios lejanos. “La gente ya no quiere trabajar en el campo”, dijo un floricultor entrevistado por Portafolio.
Otra amenaza, esta vez en Antioquia, fue el cierre de las operaciones del aeropuerto José María Córdova, entre las 12 de la noche y las 8 de la mañana del día siguiente, para hacer mantenimiento al pavimento de la pista de la terminal aérea.
“No nos consultaron (la Aeronáutica Civil) acerca de ese tema, lo que nos obligó a reorganizar todo el esquema de trabajo”, dijo Carlos Manuel Uribe, de Flores El Capiro, con sede en Rionegro, Antioquia.
El cierre, que inició el 8 de enero, se prolongará hasta el 19 de febrero. El aeropuerto tiene un déficit de cuartos fríos con el fin de preservar las flores en caso de que se presenten retrasos en los vuelos.
Por su parte, Jairo Cadavid, director de la Asociación Colombiana de Viveristas y de Productores de Ornamentales (Colviveros), viene trabajando con propuestas complementarias para el San Valentín del mercado local, como rosas en maceta, anturios y orquídeas, como otra opción para esta efeméride.
LO QUE SE VENDERÁ
Las previsiones indican que en la temporada de San Valentín se exportarán algo más de 600 millones de tallos, empacados en 1,5 millones de cajas; si son claveles van 600 unidades; y si son rosas, 300 tallos.
Tal cantidad de flores demandaron la generación de 18.000 empleos adicionales a los 140.000 trabajadores de la floricultura colombiana y, desde el pasado 28 de enero, y durante dos semanas, el despacho de 13 vuelos diarios desde Bogotá y seis desde Medellín, con algo más de 60 toneladas de flores cada uno, con destino Miami.
Vale la pena resaltar que este año saldrán unos 2.700 vuelos, que cargarán casi 120.000 toneladas. Solo las ventas para el San Valentín, con un volumen de 35.000 toneladas, representarán ingresos por algo más de 140 millones de dólares, el 12% de las ventas anuales de este sector.
La semana pasada, en el aeropuerto El Dorado (Bogotá), el ministro de Agricultura, Andrés Valencia, verificó el proceso de descargue, inspección, paletizaje y despacho de exportaciones de flores, junto con los funcionarios del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), los empresarios del sector floricultura y representantes de los gremios de la producción.
“El 80% de las exportaciones de flores salen por el aeropuerto El Dorado; a la fecha, solo en el mes de enero se exportaron 93 millones de tallos, de los cuales 50 millones correspondieron a claveles y 15 millones a rosas”, dijo.
Por su parte, Deyanira Barrero, gerente del ICA, afirmó que la entidad tiene registrados 2.500 predios dedicados a la siembra de flores, en 7.605 hectáreas de cultivos. En 2017 se reportaron ventas por 1.342 millones de dólares, de los cuales el 77 por ciento (1.042 millones de dólares) se exportaron a EE. UU., y en volumen fueron 214.141 toneladas. Con corte a septiembre del 2018, las exportaciones sumaron 1.118 millones de dólares.
