Mientras la economía colombiana sigue una lenta pero segura desescalada, existen tres tendencias de transformación digital que se aceleraron y llegaron para quedarse como lo son el telestudio, el teletrabajo y el e-commerce. Sin duda en todas ellas el país no estaba preparado pero a punta de tropezones ha tenido que adaptarse rápidamente muy a pesar de que han desnudado sus deficiencias y baja calidad.
En el teletrabajo estaba entre los pendientes de las empresas y era un sueño laboral romántico de las personas, percepción que ha ido cambiado con el paso de los días. Sin embargo la mala calidad del internet, la baja cobertura de computadores en los hogares en especial en los estratos bajos y hasta el escaso mobiliario de oficina en los hogares, son realidades que atentan con el anhelado home office. Frente a este hecho una reciente encuesta de SPR-MARCO estableció que el 80% de los colombianos desean teletrabajar más en un futuro después de la cuarentena.
El otro hijo de la pandemia es el telestudio, que llegó sin ser invitado a las aulas y ha obligado a los alumnos y profesores a desarrollar destrezas distintas para ser eficientes en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje. Como en el caso del teletrabajo, los colegios y las universidades no estaban preparados para enfrentarlo, al igual que las familias en sus hogares que contaban con una baja infraestructura digital o tecnológica de las instituciones y las familias, en especial estas últimas con recursos económicos escasos.
El tercer hijo de la cuarentena es el comercio electrónico, que si bien estaba más crecido que los dos anteriores, lo demostrado en el “Día sin IVA” dejo en descubierto muchas deficiencias en todos los aspectos incluido con los lunares en la logística de entrega de las compras realizadas, que en Colombia sigue siendo muy informal, pues las empresas locales dedicadas a ello siguen siendo deficientes en sus compromisos de entrega y estado de los productos o servicios.
Mall & Retail a propósito de este último hijo de la cuarentena y al tan polémico “Día sin IVA” reconoce la pertinencia de este tipo de estímulos económicos por el impacto que tiene en la productividad del comercio.
Durante estos últimos 90 días el país se encerró pensando que la vida es más importante que los medios de vida en lo que los economista llaman el falso dilema. Con la realización del Día sin IVA, los comerciantes vieron una luz de esperanza en los que debe llevar a normalizar su operación. En el argot del Management se dice que es más fácil ser historiador que profeta, por lo cual la enseñanza de ese viernes evidenció que el comercio no estaba preparado para la explosión del ecommerce, lo cual exige mayor inversión en tecnología y plataformas virtuales.
Con relación al aislamiento social, en el 90% de los canales de ventas se aplicaron los estrictos protocolos de bioseguridad en especial en centros comerciales y canal moderno, a excepción de unos casos aislados que demuestran que no todos los colombianos tenemos la disciplina social para acatar las normas del gobierno nacional y distrital.
Algunas conclusiones de la jornada de acuerdo al análisis de Credibanco, que comparó la jornada con el comportamiento de los primeros meses del año, fueron las siguientes:
- Se realizaron más de 1 millón 300 mil transacciones con un crecimiento de 104% con relación al promedio diario de cuarentena.
- Se facturaron en el día $370 mil millones, un 341% más que el promedio diario de cuarentena.
- El ticket promedio de compra tuvo un incremento del 107%, llegando a $272 mil, respecto del registrado durante la cuarentena ($131.600), y un 78% de crecimiento frente al ticket promedio un antes de la cuarentena ($152.500).
- Sin embargo estuvo por debajo en número de transacciones un 12% con relación al Black Friday del 2019 y un 18% por debajo de las transacciones promedio de los días de navidad del año anterior.
- Por facturación, el día sin IVA ha sido la fecha coyuntural más alta en un 39% más frente al Black Friday y un 53% frente a navidad.
- El mayor número de transacciones se dio con tarjetas débito, con el 56%, representado el 39% de la facturación total, inferior a lo de antes y durante la cuarentena en que se situaron por encima del 60%. Lo que refleja que la gente busco financiarse más durante las compras del día sin IVA.
- A nivel de facturación, las tarjetas de crédito fueron el mayor medio de acceso, representando el 61% durante la jornada, mostrando un mejor comportamiento frente a lo transcurrido del 2020. Además, el ticket promedio de las tarjetas de crédito duplicó al débito y reportó el pico más alto por tipo de producto a lo largo del presente año.
- La mayor participación tanto para las transacciones como la facturación se desarrollaron en el punto de venta físico teniendo el 71% y 64% correspondió a ventas online.
- Las ventas por internet fueron las que tuvieron la mayor mejora en sus indicadores, ganando un 13% de participación, frente al comportamiento en ventas antes del Covid-19.
- Las categorías que tuvieron mayor participación en ventas de forma presencial fueron almacenes por departamento y supermercados con el 40.64%, seguido por tecnología y comunicación (15,55%), vestuario (9,70%), servicios para vehículos, motos y bicicletas (8.92%); y finalmente, droguerías y servicios medios (4.43%), las cuales concentran prácticamente el 80% de la facturación del día sin IVA.
- Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca y Cundinamarca, representaron el 71% de la facturación total durante el día. Los departamentos con mayor crecimiento (comparado con los últimos 2 viernes del mes de junio) fueron Arauca con un porcentaje de crecimiento en ventas del 886.54%, seguido por Caquetá, con un 495.52% y Nariño, con un 450.76%.
Sin duda este tipo de eventos benefician a la economía, al comercio y el bolsillo de los consumidores por lo que hay que seguirla apoyando, con la exigencia de mayores protocolos de distanciamiento social que sin duda los malos ejemplos del viernes anterior serán subsanados con las cadenas que se quedaron cortas en su control.
