Con una inversión inicial de dos millones de dólares, el Grupo Kapsch de Austria y el sistema de pagos Credibanco, de Colombia, pusieron a andar Copiloto, opción para el pago electrónico de peajes, con lo cual los conductores no solo evitarán el uso de efectivo, sino que podrán ahorrar tiempo en los viajes por las carreteras colombianas.
EL TIEMPO habló con Georg Kapsch, presidente de Kapsch Group y Kapsch TrafficCom, durante su visita al país para el lanzamiento de la marca que opera desde finales del 2019.
¿Qué es Kapsch Group?
Somos una compañía con más de 125 años de operaciones a nivel global que, además de proveer sistemas de pago electrónico de peajes, se encarga de la gestión del tránsito en las ciudades, suministro de dispositivos de control de semáforos, vehículos multiusos, así como de plataformas que ayudan con la movilidad intermodal. Proveemos servicios a gobiernos, municipios, pero también servicios para el sector de transporte y los usuarios finales.
¿Credibanco ahora es parte de esa estrategia?
Con Credibanco creamos Copiloto, proceso que inició a finales del 2018, para desarrollar una plataforma de pagos electrónicos, primero a través de una unión temporal y ahora como sociedad anónima. La inversión inicial es de 2 millones de dólares y estará en operación a finales del 2019.
¿Cómo opera Copiloto?
Diseñamos con Credibanco un sistema de cuenta única para usuarios finales, de manera que estos puedan hacer pagos electrónicos de peajes sin importar cuál sea el concesionario vial, lo cual se hace a través de un tag o sticker que se coloca en los vehículos.
Por eso nos aliamos con Credibanco, porque necesitamos un socio local para tener el respaldo en el país de alguien que nos apoye en sistemas de pagos.
Es como una billetera electrónica…
Sí, pero vinculada a un vehículo que le proporcionará beneficios a su dueño en la medida que, en principio, podrá pagar peajes, pero nuestra intención es ir añadiendo servicios como pago de parqueaderos en centros comerciales, recarga de combustible, compra del Soat, sin el uso de dinero en efectivo.
¿Qué costo tendrá para el usuario final?
El tag tiene un costo que se está definiendo, pero el usuario no tiene ningún cargo al utilizarlo en el peaje. Cuando se creen otros servicios de valor agregado, como los mencionados, puede haber una comisión.
La persona lo puede adquirir por correo electrónico ingresando a la web de Copiloto, donde se inscribe, pero haremos venta directa en peajes, comercios minoristas, estaciones de servicio, centros comerciales y algunos concesionarios de vehículos como Toyota, Mercedes, entre otros canales.
¿Cuánto puede tardar su masificación?
Mucho depende de que en marzo el Gobierno empiece a implementar la resolución 546, que obliga a todos los concesionarios al uso de estos tags interoperables por todas sus concesiones. Estamos enfocando nuestro esfuerzo inicial en crear un corredor entre Bogotá y Medellín y ya están firmados algunos contratos con concesionarios, además, en la salida norte de la ciudad hacia Chía.
Esperamos que con el desarrollo de las vías 4G y la implementación de los peajes electrónicos su uso sea creciente y rápido, pero necesitamos que la industria contribuya a fortalecer este ecosistema. En países que tienen peajes electrónicos, como Australia, tardaron por lo menos una década en alcanzar el tope máximo actual. En estados Unidos, que opera con ambos sistemas, pagar los peajes en efectivo resulta un poco más costoso que de forma electrónica.
