Al calzado colombiano ahora le gusta la samba

Los empresarios están buscando alternativas a los proveedores chinos, pues por la crisis de los contenedores los tiempos de entrega pasaron de 3 a 45 días. Brasil se perfila como un importante socio comercial.

“Nuestros principales proveedores estaban en Asia, pero se volvió complicado. Vamos a completar tres años sin ir y no hay claridad de cuándo podremos volver. Brasil siempre ha sido un socio, pero nunca lo habíamos visto con tanto interés como ahora. Es más fácil ir y también tocar y sentir el material”, mencionó Jorge Andrés Zuluaga, gerente general de Plasticaucho, compañía colombiana que fabrica siete millones de zapatos anuales.

El empresario formó parte de una delegación de colombianos que viajó a Inspiramais, una de las ferias de insumos y materias primas más importantes de Brasil, para participar en ruedas de negocios con proveedores brasileños. La visita se dio en un momento clave, pues la industria textil y el sector del calzado colombiano están afectados por la llamada crisis de los contenedores, en la que los fletes pasaron de US$2.000 a US$22.000.


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“Es muy probable que se pueda ocupar toda la capacidad instalada de Brasil. Nosotros usamos suelas o compuestos de PVC y el desabastecimiento ha sido tal, que nuestra promesa de entrega era de tres días y ahora es de 45. Tenemos un ciclo de producción atrasado”, agregó el empresario.

La enseñanza que les dejó la pandemia y la crisis de los contenedores a Plasticaucho, empresa que cuenta con 300 empleados, es que deben diversificar su cadena de suministros. “Con Asia llevábamos trabajando desde hace más de 15 años y funcionaba como un reloj, pero llegó la pandemia. El mensaje es que si los vecinos son buenos y fuertes, uno no puede echar los huevos en una sola canasta”.

De acuerdo con la Asociación Brasileña de Empresas de Componentes para Cuero, Calzado y Artefactos (Assintecal), las exportaciones de componentes para calzado registraron un aumento del 22 % en 2021 y alcanzaron los US$410,3 millones. En cuanto a 2019, superaron el 9 %. Además, el principal destino de las exportaciones fue China, seguido por Argentina, México y Colombia (US$5,3 millones en 2021, lo que representó un aumento del 58 % en comparación con 2020 y un 5 % con 2019).

Luiz Ribas Júnior, gerente de mercado internacional de Assintecal, afirmó que el aumento de las exportaciones se debe, en parte, a que “los mercados latinoamericanos tienen una alta producción de calzado y sintieron las dificultades logísticas para importar desde China. Los proveedores brasileños pudieron identificar la oportunidad y cosecharon excelentes resultados. El desafío es mantener y ampliar ese desempeño, aun frente a la normalización de los flujos de abastecimiento en el mercado internacional”.

Brasil es una de las industrias latinoamericanas más fuertes en insumos, materias primas y tendencias de moda. Según comentó Juan Manuel Rueda, gerente de Col Huellas, es un país en el que se puede ver hacia dónde va la moda y el calzado, teniendo en cuenta que sus propuestas, tendencias e ideas son muy cercanas a la industria colombiana. “Nosotros usamos tecnologías y maquinarias del sur de Brasil. China tiene mejores precios, pero no está en línea con las tendencias”, señaló.

Ante la escasez de materias primas para el plástico y el PVC, insumos necesarios para la producción de sus productos, el gerente ha tenido que buscar opciones en mercados cercanos como México y Brasil. “Finalizando 2021 tuvimos una escasez muy grande y nos tocó comprar lo que había en el mercado, así que nos tocó ajustar precios y sacrificar margen. Realizamos cuatro incrementos en el año y algunos clientes no aguantaron y nos dejaron de pedir”.

Rueda manifestó que durante la pandemia vivieron un fenómeno diferente al de otros sectores económicos. “Abril de 2020 fue malo, pero desde mayo la sandalia playera tuvo un gran comportamiento. Entre junio y diciembre de ese año superamos las cifras de 2019, porque la gente buscaba productos para estar en casa y nosotros ofrecemos un producto económico con el componente de moda y confort”. La empresa exporta a Ecuador, Perú, Guatemala y Honduras, y espera entrar al mercado de Costa Rica y Bolivia.

Por su parte, Lorenzo Hernández, director creativo de Mario Hernández, aseguró que participó en la feria para conocer las propuestas, los nuevos materiales y el uso de tecnologías en las materias primas, pues trabajan con Brasil desde hace más de 20 años haciendo calzado. “Venimos por un tema educativo, para comprender lo que pasa en esta industria para interpretarlo en Colombia”, dijo.

Hernández indicó que producen el 54 % de sus productos en Colombia y que gran parte del calzado que venden tiene materias primas brasileñas. “Es fácil hacer negocios con Brasil. Importar desde Brasil es fácil, pero exportar es casi imposible, porque es una economía cerrada. Nos ha gustado que Brasil cuenta con fábricas pequeñas familiares que trabajan cantidades pequeñas y amigables”.

El evento, organizado por la Asociación Brasileña de Empresas de Componentes para Cuero, Calzados y Artefactos y la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex), también presentó las tendencias en moda, sostenibilidad y tecnología para el primer semestre de 2023.

Edilson Dias, gerente de producto de Nova Kaeru, mostró el trabajo que realizan con piel de pirarucu, un pescado del Amazonas. “El pez es muy grande y podemos hacer muchas cosas con su piel. Utilizamos tintes naturales y orgánicos. Somos pioneros en trabajar con este material y aplicarlo a la industria del calzado, textil y de hogar”.

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La empresa aseguró que solo utilizan la piel que queda tras el uso de la carne y que también emplean la piel del salmón. Es un proceso de aprovechamiento y sostenibilidad, pues antes la piel era desechada.

Al empresario Rueda le llamó la atención la tecnología de la empresa TNS Nano, que ofrece aditivos para compuestos plásticos que repelen bacterias con nanotecnología y que se inyectan al plástico del calzado o en las telas de las prendas.

Los empresarios concuerdan en que el reto es aplicar lo que vieron en la industria brasileña en sus empresas sin perder la rentabilidad, pues según ellos, los insumos y las materias primas con componentes sostenibles y tecnológicos implican una inversión adicional y no una ganancia.

Aunque los colombianos entrevistados no resaltaron negocios concretos durante el evento, Assintecal estima que los compradores colombianos que asistieron a Inspiramais realizaron negociaciones por una cifra cercana a los US$2 millones.

Fuente: EL ESPECTADOR

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