5 tendencias de transformación energética

5 tendencias de transformación energética, Colombia tiene el reto de transformar su modelo de energía eléctrica y para lograrlo será clave que el sector simplifique procesos, sea más eficiente y más limpio.

Reporte de la Startup Bia propone las “5 Ds” que serán clave para continuar avanzando en este propósito. Estas son: Digitalización, Democratización, Descentralización, Desregulación y Descarbonización.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Vea: https://www.america-retail.com/colombia/solteros-aumentaran-citas-en-un-30/

La apuesta por fuentes de energías alternativas como el sol, hidrógeno y viento, entre otras, es solo el comienzo, pero no es suficiente. El siguiente paso de este cambio de paradigma requerirá de un nuevo impulso tecnológico.

Según las proyecciones de la Unidad de Planeación Minero-Energética, la demanda de energía eléctrica en el país entre 2023 y 2026 se incrementará hasta 3,68%. De hecho, un reciente reporte de la Startup Bia, la comercializadora digital de energía eléctrica que permite un consumo inteligente, basado en datos, es necesario una revolución digital de este sector que involucre, no solo al medio ambiente, sino también a los usuarios, para poder satisfacer la demanda sin impactar de forma negativa sus bolsillos y tampoco al planeta.

“La tecnología ha empezado a modificar la cadena de valor de la energía, convirtiendo a los usuarios en agentes activos y en ‘prosumidores’, es decir personas y empresas que no solo consumen, sino que aportan su energía generada a la red”, señaló Sebastián Ruales, CEO de la compañía.

En esta línea, el análisis de BIA propone cinco tendencias. las “5 Ds”, que serán clave para continuar avanzando en la transformación energética de Colombia:

Digitalización

Por primera vez en la historia, la energía incorpora tecnología para un consumo más inteligente y responsable. Esta apuesta por lo digital permite conocer dónde, cómo, en qué momento, quién y con qué dispositivos se está consumiendo el servicio. A esto también se añaden algoritmos de inteligencia artificial que permiten predecir consumos, daños o posibles fallas del flujo energético.

A través de esta digitalización, con la participación de nuevos actores, los usuarios pueden tomar un rol mucho más activo, como elegir el proveedor que más les convenga, realizar pagos desde plataformas digitales, vender los excedentes de energía que se producen en los techos con energía solar y, con sus datos de consumo a la mano, poder desconectar equipos en horas punta en los que la energía es más costosa o programar la recarga de un vehículo eléctrico para que se cargue en la madrugada, cuando el costo de la energía es más económico.

Democratización

En el pasado, solo las grandes empresas podían generar energía por medio de proyectos centralizados. Hoy en día los usuarios tienen la oportunidad de generar su propia energía con opciones renovables, asumiendo un rol más activo en el ecosistema y ahorrando costos.

La democratización también garantiza que haya información disponible para todos los participantes. Las personas información de su consumo en tiempo real por hora, día, semana, mes y año, accesible desde una plataforma móvil en dónde estén y sin burocracia.

Descentralización

En la industria eléctrica tradicional, la energía se producía de manera centralizada en grandes centrales como hidroeléctricas o termoeléctricas. El usuario recibía el producto hasta el final de la cadena, luego de la transmisión y distribución, con un rol completamente pasivo.

En la actualidad, los usuarios ya empiezan a estar más involucrados en la toma de decisiones sobre su consumo energético. Por ejemplo, pueden producir su propia energía y entregar sus excedentes a la red, de tal manera que los flujos pasan a estar descentralizados, dando así una mayor dinámica al mercado y generando oportunidades de ahorro económico.

“Gracias a la energía renovable distribuida y a los avances tecnológicos, se podrán incorporar más fuentes de generación cercanas a la demanda, lo que conlleva múltiples beneficios para los sistemas eléctricos en el eje económico, técnico, medioambiental y social. Esto también permitirá reducir pérdidas técnicas de energía y restricciones del sistema”, explicó Ruales.

Desregulación

Hoy en día, Colombia es de los países con uno de los sistemas energéticos más abiertos: la generación y la comercialización son de libre competencia. Cada vez más, se promueven reglas que fomentan la competencia hacia un libre mercado para beneficio de los usuarios. De hecho, desde hace 30 años es posible cambiar de comercializador; sin embargo, la mayoría de los usuarios no lo saben, piensan que no tienen opciones y en consecuencia se quedan amarrados de por vida con su proveedor actual.

 “Las nuevas opciones impulsadas por la tecnología demuestran que es posible ofrecer un servicio más amigable, centrado en los usuarios, con beneficios adecuados a sus necesidades y a los tiempos actuales. Además, el cambio de proveedor es muy sencillo y casi sin papeleos”, agregó Ruales.

Descarbonización

La batalla contra las emisiones de dióxido de carbono por los combustibles fósiles continúa, por lo que es necesario redoblar esfuerzos para tener energía más limpia. Algunos puntos claves serán: primero, generar un mayor impulso a fuentes de energía renovables: solar, eólica, hidroeléctrica, etc.; segundo, digitalizar la infraestructura de la red, para optimizar consumos; tercero, fomentar la implementación de sistemas de almacenamiento de energía eficiente; y cuarto, impulsar la electrificación del transporte, que hoy en día se mueve principalmente con combustibles fósiles.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉