La inflación se aceleró inesperadamente en octubre, debido a que la flexibilización de las medidas de distanciamientos social a causa del virus impulsó la demanda y los precios de artículos que van desde servicios hasta vestuario.
Los precios al consumidor subieron 0,7% con respecto al mes anterior, por encima del pronóstico más alto en una encuesta de Bloomberg, que arrojó una estimación mediana de 0,3%. La cifra también corresponde al mayor aumento en un año. La inflación anual disminuyó levemente a 3%, lo que está en línea con la meta del país, informó el viernes el Instituto Nacional de Estadísticas.
Recuperación
La economía comienza a recuperarse de una recesión causada por el coronavirus, impulsada por el crecimiento desde el sector minorista al manufacturero. Esta semana, el Gobierno continuó reduciendo las restricciones, y ahora menos del 10% de las ciudades y pueblos están en cuarentena total. Al mismo tiempo, el Banco Central reafirmó que planea apoyar el crecimiento manteniendo su tasa de interés cerca de cero.
Los precios de la ropa y el calzado se dispararon un 3,6% en el mes, mientras que los artículos para el hogar aumentaron un 1%, según la agencia de estadísticas. La inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, subió 0,7%.
Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron 0,6% tras un aumento de 1,8% el mes anterior. Hay indicios de que los precios de los alimentos bajaron hacia finales de mes, dijo en un informe del 30 de octubre el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira.
Las restricciones al suministro causadas por las cuarentenas, así como un repentino aumento del consumo derivado de los retiros anticipados de los fondos de pensiones, han contribuido a impulsar las presiones inflacionarias en los últimos meses. Aun así, algunos analistas describen los efectos de ambos factores como transitorios, especialmente a medida que la economía continúa reabriéndose.
