Cantabria, que maneja reconocidos restaurantes, presentó una querella por millonario fraude y acceso ilícito a datos informáticos.
Según publicó df.cl, Cantabria -sociedad ligada a Principado Asturias, el family office de la familia Bofill,- que maneja las marcas y restaurantes Bonafide, Emporio La Rosa, Palettas y Cory Coffehouse, presentó una querella por los delitos de estafa y acceso ilícito a datos informáticos.
Millonario fraude
El 18 de abril pasado, una administrativa contable de Carozzi -empresa controlada por el grupo Bofill- envió un correo electrónico pidiendo apoyo en relación a un número de proveedores que aparecían emitiendo facturas a Cantabria. No obstante, el gerente de operaciones, luego de una revisión, concluyó que se trataba de un fraude.
“Es claro que la única finalidad con la que se emitieron estos documentos era proveerse de un crédito en contra de Cantabria SpA, y una vez que la aceptación de Cantabria SpA de los servicios quedara reflejada en las respectivas facturas, las mismas fueron cedidas a empresas de factoring para recibir dinero a cambio de su cesión. Esto, sin duda, perjudica a Cantabria SpA, pues con la declaración de que los servicios fueron efectivamente recibidos, se crea una obligación cedible en su contra, generando un pasivo en su patrimonio, incluso si no se hace ninguna operación adicional con las facturas”, dice la querella.
Y agrega: “En algunos casos se perjudicó también a las empresas de factoring, en la medida en que entregan una suma de dinero a cambio de un crédito que no descansa en operaciones reales, y eventualmente, puede ser discutido”.
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Cantabria cuantificó 14 facturas que suman más de $ 175 millones.
Según la querella, para realizar el fraude se usó la clave o certificado digital asociados a un ejecutivo de la empresa.
