Mercado laboral muy cerca del piso, pero con riesgos de lenta recuperación

La tasa de desempleo se ubica en 13,1% en el trimestre móvil mayo-julio, algo sobre lo esperado por consenso (12,8%), afectada por una caída importante en los ocupados y mitigada solo parcialmente por una nueva baja en la participación laboral. En efecto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumenta 31,8% a/a, dando cuenta que un porcentaje creciente de personas en edad y capacidad de trabajar no estaría buscando empleo dadas las condiciones sanitarias.

La tasa de ocupación retrocede a 45% lo que se compara con niveles en torno a 58% a inicios de año, y un potencial en torno a 57% para el mismo periodo de años anteriores.


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Un escenario muy probable durante los próximos meses es que la tasa de desempleo se mantenga alta e incluso pueda experimentar aumentos a pesar de mejores registros de actividad. El mercado laboral estará detrás de la curva de crecimiento y los mayores grados de desconfinamiento a nivel nacional, en consecuencia, harán que muchas personas regresen a buscar trabajo activamente (aumentando la fuerza de trabajo) pero no encontrarán rápidamente posiciones disponibles. En ese contexto, seguimos insistiendo que la salud del mercado laboral debe ser evaluada por indicadores de ocupados a nivel sectorial, más que por la tasa de desempleo. Según propios cálculos del INE, la tasa de desempleo potencial (que incluye la fuerza de trabajo potencial) alcanza 30,2%.

Las buenas noticias provienen de la menor destrucción de empleo que se observa, dando cuenta que lo peor habría quedado atrás. En efecto, el número de ocupados en julio revela una destrucción de 1,84 millones de puestos de trabajo respecto a lo registrado en julio del año pasado (-20,6% a/a). Sin embargo, el dinamismo mensual muestra que el deterioro del empleo sigue moderándose en el margen, aunque sin creación de empleo aún. No es descartable que una leve creación de empleo se observe en el próximo registro, dado que el proceso de desconfinamiento comenzó a fines de julio y se ha acentuado en agosto.

La destrucción de empleo sigue concentrada en empleos asalariados privados, eminentemente servicios, mientras que el comercio concentra la destrucción de empleos por cuenta propia. Los sectores que muestran mayor pérdida de empleo siguen siendo el Comercio, seguido por la Construcción, Servicios de alojamiento y comidas y Servicios públicos.