La receta de BordeRío para sobrevivir a la pandemia

Hoy en BordeRío está todo ocupado. No es que las mesas estén llenas de comensales, sino que no existe espacio para abrir nuevos restaurantes a mediano plazo. Antes de la pandemia había 11 (Le Due Torri, Apero, Pulmay, KrossBar, La Tabla, NIKI, Zanzíbar, Cascade Bistró & Café, Peumayen, Gever y Kunda) y durante 2020 la cifra bajó a 10. Hoy nuevamente son 11 e incluso se espera la apertura de uno de comida peruana y otro que está en las negociaciones finales. Total: 13 restaurantes para mediados de 2021.

Estos locales sí se vieron impactados por las cuarentenas y restricciones. Pero su ubicación lejana a la “zona cero” del estallido social y algunas decisiones de sus dueños y de la administración de BordeRío permitieron crear una receta para paliar algo mejor la crisis. Delivery con platos al vacío, cambios de horarios peak, el no cobro de arriendos durante los meses más negros del año pasado y la reducción de los gastos comunes al 50% fueron algunos ingredientes. “De hecho, hoy el arriendo se cobra de forma proporcional a las ventas realizadas, como una manera de ir en ayuda a los restaurantes”, comenta Mario Astorga, presidente de BordeRío y presidente de Acelerador Empresarial.


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Con 7.000 m2 y 21 años de vida, este lugar ubicado en la comuna de Vitacura y con capacidad para casi mil personas, ha sido visitado por 337 mil personas desde la reapertura del rubro en septiembre de 2020. Incluso, los dueños de los restaurantes coinciden en que este febrero ha sido “el mejor febrero de la historia. Por lo general, ese mes es muy débil porque todos salen de vacaciones. Pero esta vez, el local estuvo absolutamente repleto a pesar de tener menos días”, dice Andrés Astorga, socio del Pulmay. Susana Schnell, socia del Zanzíbar, llega a la misma conclusión: “Durante ese mes recuperamos al menos el 80% de nuestras ventas y la gente llegó en diversos horarios”.

“Los espacios abiertos y la seguridad que otorga BordeRío ha permitido que cada día más las personas disfruten de múltiples opciones gastronómicas, donde se han incluido bares, para llegar a un público más joven”, agrega Mario Astorga, quien presentó el año pasado un documento a la Comisión Económica del Senado para relevar la importancia de esta industria. El texto de 28 páginas tenía un título bastante claro: “Restaurantes Apoyo o Muerte”.

“Desgraciadamente, las autoridades (Congreso y gobierno) han fallado en reconocer que se necesitan medidas adicionales para este rubro. Muchos restaurantes se vieron afectados por el estallido. Y los que no, también tuvieron su efecto, ya que para los de ‘mantel largo’ (como nosotros) no tener clientes a la hora de la cena es fatal, porque ese horario significa entre el 65% y 70% de las ventas”, explica el presidente de BordeRío.

Es más, este centro gastronómico acaba de lanzar a mediados de marzo un servicio de delivery en conjunto, que comunica a todos los restaurantes con los clientes, como parte de otro ingrediente a su plato para recuperarse.

Gabriel Délano, socio de La Tabla: “Estamos frente a un verdadero cambio cultural”

También se acogieron a los créditos Fogape, a la Ley de Protección al Empleo y a un apoyo de Corfo. “Afortunadamente hemos logrado mantenernos, algo que no pueden decir otros restaurantes”, dice Gabriel Délano, socio de La Tabla Steak & Salad, y agrega: “BordeRío tiene varias ventajas como la facilidad de acceso en auto, equipos de aseo y seguridad y terrazas espaciosas, aparte de su ubicación. Todo eso nos ha permitido tener un año bastante aceptable y una buena afluencia de público”.

Y en un mundo bajo Covid, Délano cuenta que han visto varias curiosidades, como por ejemplo, que los clientes llegan a cualquier hora: “Hay mucha gente a las 17:00 h y no sabes si están almorzando o cenando. Eso antes jamás pasaba. Estamos frente a un verdadero cambio cultural. Las personas han dejado de pensar tanto en el futuro y ahora se preocupan más del presente”, apunta optimista. Por eso que espera que, una vez que terminen las cuarentenas, los chilenos van a salir mucho más a comer, a viajar o » a cualquier actividad que signifique disfrutar más la vida”.

Pero la primera mitad del año pasado no fue fácil. Incluso, varios trabajadores no quisieron volver ante la intermitencia de la actividad.

Con respecto al delivery, durante la pandemia ha significado cerca del 10% de las ventas normales. “Algo que no deja de ser importante, porque se trabaja con menos personal”, analiza Délano.

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