«Hemos visto que muchos restaurantes ya se transforman en fiestas. Vemos la música muy alta, la gente cantando, parándose, interactuando con otras mesas, sin mascarillas y sabemos que esto genera un alto riesgo de contagios».
Esas fueron las palabras expuestas ayer por la seremi de Salud de la Región Metropolitana, Paula Labra, mientras realizaba fiscalizaciones a restaurantes para verificar que estuviesen cumpliendo con los protocolos correspondientes a la Fase 2 del pan Paso a Paso, etapa a la que retrocedió ayer la capital ante una escalada de contagios de covid-19.
Tras ello, Labra llamó a los dueños de locales gastronómicos a que «pongan música baja y eviten la interacción entre las personas, y también a los jóvenes. Todos los que estamos yendo a restaurantes y estamos en esta situación, seamos responsables, no transformemos esto en una fiesta».
Consultado por estos dichos, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, dijo a Emol no tener intensión de generar un conflicto con la seremi, pero aseguró que «creo que ella hizo una generalización que no es correcta. En eso no estamos de acuerdo».
De todas formas, recalcó que cree que las palabras de la autoridad no iban dirigidas «a todos los restaurantes», más bien a casos puntuales que estarían lejos de ser la realidad en cuanto a cómo está operando la industria en este tiempo, subrayando que la gran mayoría de los locales cumple correctamente con las medidas sanitarias y aforos establecidos. A la vez, insistió en que los restaurantes no son focos de contagio, dados los protocolos con los que han venido trabajando desde hacer meses.
En ese sentido, percibió que los dicho de Labra tuvieron un foco mayor de llamado de atención hacia los jóvenes para que «eviten reunirse en fiestas que pueden ser focos de contagio». Igualmente, Picallo aprovechó para hacer un llamado a los eventuales casos de restaurantes que estén teniendo ese actuar. «Los protocolos son sumamente claros y hay que cumplirlos. El que no cumple con esos protocolos, a nosotros no nos parece mal que sean fiscalizados, porque al final van a afectar a toda la industria».
