El denominado Mes del Orgullo se sigue tomando con fuerza las agendas del mundo entero, exigiendo integración y buscando concientizar a las sociedades respecto de un tema que por décadas fue un tabú, como la diversidad de género.
Sin embargo, un reciente sondeo realizado por ManpowerGroup Chile reveló que la realidad en nuestro país es mucho menos optimista que lo que muchos creerían, ya que un 66% de las personas consideran que en su lugar de trabajo no hay actualmente una cultura de inclusión hacia la comunidad LGBTQ+.
Pero dicho diagnóstico puede cambiar empujado por la misma fuerza laboral en las distintas organizaciones, considerando que, según el mismo sondeo, más del 90% de los encuestado declaró que las generaciones Millennial y Z son las que tienen una mayor apertura a la inclusión de dicha comunidad.
Este escenario es antecedido por un estudio realizado en 2020 por ManpowerGroup Chile, en que el 58% de las personas consideró que existen sesgos hacia la comunidad LGBTQ+ en los procesos de selección y reclutamiento de talentos, dejando en evidencia que hay una realidad mucho más dura en el plano laboral, y que el desafío es de gran relevancia.
Anabella Capetillo, Gerenta de Diversidad e Inclusión de ManpowerGroup Chile, afirma que “el diagnóstico es bastante decidor, pero existe una gran oportunidad de cambio, considerando que la fuerza y el talento joven está cada vez más presente en las empresas, y que una cultura organizacional inclusiva es mucho más fácil de implementar cuando las personas tienen esa apertura a hacer el cambio”.
El mundo del trabajo puede ser un espejo de la sociedad, pero también es un entorno apto para generar cambios profundos en la cultura. Ya ocurre con los migrantes y también en el futuro puede ocurrir no solo con la comunidad LGBTQ+, sino que con muchos otros grupos que tienen características comunes, y que por diversos motivos pueden sentirse excluidos.
En ese sentido, Anabella Capetillo agrega “es clave tener en cuenta que toda mayoría está conformada por minorías de los más diversos tipos. Todos de alguna forma pertenecemos a una minoría, y es en la inclusión y aceptación donde encontramos la mejor versión de nosotros mismos, y por supuesto también la capacidad de reconocer en otras personas atributos muy valiosos, más allá de las preferencias de cada una”, complementa.
Junio puede ser un mes de fuerte campaña en el contexto del Mes del Orgullo, pero la oportunidad de hacer el cambio y lograr la inclusión es un desafío permanente que todas las organizaciones pueden comenzar a tomar desde ya, y la principal sugerencia va hacia el liderazgo.
