Ante el debate que se ha generado sobre lo que se debe destinar para incrementar las pensiones, la CCS está a favor de aumentar sólo un 3% las cotizaciones, el ahorro individual para la vejez, ya que afirman que las actuales tasas de cotización redundan en un ahorro individual insuficiente que debe ser corregido con urgencia.
Aumentar sólo un 3%
Asimismo, desde el gremio señalaron que el 3% adicional -como fuente de financiamiento del seguro social- para completar un 6% total no se debería tratar en esta etapa, debido a que el mercado laboral no estaría en condiciones de absorber esa magnitud de aumento de costos, lo que afectaría la viabilidad económica de la PYMEs y la generación de empleo en la economía. Respecto al seguro social y el resto de las medidas de solidaridad, la CCS insistió en que el financiamiento de éstas debe provenir de recursos generales de la Nación, fundamentalmente tributarios.
De acuerdo con las cifras aportadas por la Cámara, previo a la implementación de la Pensión Garantizada Universal (PGU), las tasas de reemplazo promedio se ubicaban en torno al 35% para mujeres y al 39% para hombres. Con la actual PGU, esos promedios han aumentado sustantivamente al 55% para mujeres y 64% para hombres, en un esfuerzo que se ha financiado con recursos fiscales fruto del rol redistributivo de los impuestos.
El gremio explica que, si se aumentaran las tasas de cotización individual en 3 puntos porcentuales y se incrementara la PGU a $250 mil -ambas materias sobre las que existe consenso-, las tasas de reemplazo podrían aumentar a prácticamente un 67% promedio en las mujeres y un 78% en el caso de los hombres. “Esos niveles ubicarían a Chile en posiciones de vanguardia dentro de la OCDE, algo que no habríamos imaginado hace un par de años atrás”, sostuvo la presidenta de la CCS, María Teresa Vial.
La CCS destaca que, de acuerdo con las estimaciones del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), cuando en julio de este año se concrete el alza a $500 mil en el salario mínimo, sumado a los primeros efectos de la reducción de la jornada laboral, se habrá acumulado un incremento del costo salarial por hora cercano al 25% nominal en un período de poco más de un año.
Desde el gremio añadieron que, según el mismo estudio, agregar 6 puntos porcentuales de cargo del empleador a las cotizaciones provisionales, junto con completar la reducción de la jornada a 40 horas, incrementará dichos costos en un 19% adicional.
“La seguidilla de medidas que han ido encareciendo los costos laborales, que además coinciden con un acelerado cambio tecnológico y los procesos de automatización, han lesionado progresivamente la capacidad de la economía para generar empleo”, advirtió la líder gremial.
Según estimaciones de la CCS, si en 2015 la economía chilena empleaba en promedio a 34 trabajadores para generar US$ 1 millón del PIB, hoy solo lo hace con 27. “Lamentablemente, seguimos pensando que las recetas regulatorias de hace 100 años siguen funcionando en un mercado laboral que hoy es totalmente distinto”, subrayó María Teresa Vial.
Desde la Cámara sostienen que gran parte de las empresas chilenas, especialmente PYMEs, llevan cuatro años en modo de supervivencia, y su principal costo productivo es el laboral. “Aumentar artificialmente dicho costo en más de un 40%, es decretar su sentencia de muerte”, advirtió Vial.
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En el plano previsional, la presidenta del gremio subraya que “un mínimo sentido de responsabilidad sugiere la necesidad de avanzar en primera instancia en no más de un 3% de cotización adicional, evaluar los resultados y según ellos analizar la factibilidad de profundizar la medida”.
De acuerdo con la CCS, para lograr estos cambios se requiere avanzar en los consensos mínimos, transformándolos en acciones prioritarias en beneficio del país, y dejar las negociaciones para aquellas materias en que efectivamente se requiere ceder, convenir y pactar, a cambio de obtener acuerdos más complejos.
