Cámara Chileno-Alemana de Comercio y decisión de Beiersdorf: «No tiene que ver con el estallido y la discusión constitucional»

La gigante alemana Beiersdorf S.A., matriz de las cremas Nivea y Eucerin, sorprendió durante la semana al mercado chileno al anunciar que cerrará su planta de producción ubicada en Maipú. «La decisión ha sido extremadamente difícil», confesó la firma en un comunicado y agregó: «No obstante, ha sido inevitable a partir de las desventajas competitivas de la planta local frente a otras de la compañía ubicadas en otros países». La noticia, sin embargo, no sorprende ni alarma a la gerenta general de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (Camchal), Cornelia Sonnenberg.

En entrevista con Emol, la ejecutiva despeja: «Creo que lo principal que hay que destacar es que es una decisión que no tiene que ver con la situación específica del estallido social y discusión constitucional».


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«Así como las decisiones de inversión son de largo plazo, el tomar la decisión de cerrar un lugar de producción es también una decisión que se analiza durante bastante tiempo, porque una desinversión siempre es costosa», afirma y dice que el caso de Beiersdorf -que es socia de la cámara- «es una decisión súper puntual que ellos venían analizando desde hace tiempo».

En ese sentido, descarta que lo sucedido con la matriz de Nivea se replique entre otras empresas alemanas instaladas en Chile, de hecho, expone que desde el año pasado la Camchal está realizando encuestas rápidas a sus socios para analizar su situación en medio de la crisis social y la del coronavirus y «no hay ninguna señal de que las filiales alemanas en general estén considerando reducir producción en Chile o salirse del mercado. Eso no está previsto».

De todas formas, la cámara que lidera Sonnenberg sí ha resentido el golpe de la coyuntura mundial: en 2019 habían sobrepasado los 600 afiliados y, por primera vez en sus 104 años de historia, este año tuvieron una baja en su número de socios hasta los 585 (donde las filiales alemanas directas en Chile son unas 150 y el resto se divide entre firmas locales que representan productos o servicios de dicho país).

«Seguimos siendo la cámara binacional con mayor cantidad de afiliados, pero sí hemos tenido bajas, aunque ha sido un número bastante menor de lo que podríamos haber pensado ante la compleja crisis económica. Lo que pasa es que para que una empresa esté afiliada a la Camchal tiene que pagar una cuota, entonces cuando las compañías entran en situaciones de mayor estrechez de presupuesto empiezan a mirar dónde pueden ahorrar y por eso se da la caída en nuestros afiliados», explica la economista.

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