El nuevo estándar de intercambio electrónico de datos, que será obligatorio en 2025, está planteando un desafío para los bancos chilenos, ya que algunos sistemas de pago actuales no están listos para la migración y se requerirá una completa transformación tecnológica.
La forma en que los chilenos realizan sus pagos ha experimentado un cambio explosivo en los últimos tres años con la aparición de nuevos proveedores y servicios, el aumento de la regulación, las cambiantes demandas de los clientes y el surgimiento de jugadores no bancarios que están remodelando la oferta de pagos instantáneos, lo que conlleva un aumento en los pagos digitales y una reducción en el uso de efectivo.
Bancos chilenos
Esta tendencia, que se intensificó durante la pandemia por la necesidad de agilizar los procesos de pago sin contacto, está ofreciendo nuevas opciones a los consumidores chilenos, aumentando la inclusión financiera y la eficiencia de los sistemas de pago de alto y bajo valor. Pero, al mismo tiempo, la mayor demanda y las nuevas regulaciones obligan a las instituciones financieras a migrar de las plataformas heredadas tradicionales a los modernos sistemas de pago en tiempo real para seguir siendo competitivas en un mercado cada vez más exigente.
En este contexto, los bancos chilenos enfrentan un dilema: asegurarse de que sus sistemas de pago actuales soportan la nueva mensajería ISO 20022 para el intercambio electrónico de datos, que será obligatoria a partir de 2025 para pagos internacionales, o tendrán que encontrar una nueva solución antes de ese plazo.
ISO 20022 aportará una serie de ventajas, como la de contar con un conjunto común de reglas, procesos y formatos de mensajes para las comunicaciones financieras, lo que permitirá una mayor interoperabilidad y eficiencia en las transacciones entre diferentes sistemas y entidades.
Pero al mismo tiempo, la diversidad y complejidad de la migración a ISO 20022 presentará grandes desafíos para los bancos, las empresas de pago y las corporaciones que dependen de la infraestructura heredada. Algunos sistemas actuales no son adecuados para el nuevo estándar y las instituciones financieras deberán invertir en una transformación tecnológica completa para utilizar las nuevas capacidades de procesamiento de mensajes.
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Algunos bancos ya están trabajando en soluciones de pago bajo el formato ISO 20022, que permite consolidar transacciones nacionales e internacionales en una sola plataforma. Esto les permite procesar cualquier tipo de pago desde cualquier canal o fuente de forma centralizada y con control en tiempo real, dándoles la posibilidad de ofrecer una experiencia armonizada de servicio al cliente.
Rodrigo Silva, Managing Director de TEMENOS para América Latina y el Caribe, afirma que en Chile el 74,3% de las personas está bancarizada, la tasa más alta de América Latina, y el 82% de la población utiliza servicios de internet. “Esta es una combinación notable que muestra la sofisticación que ha alcanzado el mercado financiero, así como el alto nivel de servicio al que están acostumbrados los chilenos. Se espera que esta ‘banca para todos’ mejore aún más con el avance de las nuevas tecnologías”, agregó.
