Banco Central “golpea la mesa” a momentos de votación por 4to retiro

Banco Central sorprende al mercado aumentado la tasa en 75 pb. hasta 1,5%, sobre lo esperado en encuestas y forwards que anticipaban entre 25 pb y 50 pb. La medida es justificada en datos de actividad del segundo semestre por sobre lo esperado en su escenario base, así como la extensión de nuevas ayudas fiscales entregadas hace poco por el Gobierno que permanecerán hasta fin del 2021, lo que implica un impulso fiscal mayor al considerado previamente en su escenario base.

La brecha de capacidad se tornaría positiva el tercer trimestre, en tanto el consumo privado mantiene un «extraordinario” dinamismo, según indica el BC. Si bien el mercado laboral mantiene brechas de capacidad, se observa alguna recuperación heterogénea sectorialmente, pero que debería mejorar con las medidas recientes de apertura. La visión de actividad local y empleo es, en general positiva, con sorpresas incluso en el componente importado de la inversión. Estos factores darían sustento a una recuperación más rápida de lo anticipado, con el consecuente cierre de brechas y mayores presiones inflacionarias, haciendo necesario recalibrar el estímulo y modificar su ritmo de normalización en los próximos trimestres. Será necesario conocer más detalles sobre los escenarios de riesgo y ajuste de proyecciones en el escenario base para inferir las trayectorias esperadas de la TPM, aunque preliminarmente consideramos que no vendrían ajustes de esta magnitud en octubre de lograrse el objetivo buscado por el BC; reducir expectativas inflacionarias, dar señal al Congreso respecto al 4to retiro y apreciar el peso.


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En cuanto al plano internacional, el Banco Central reitera su preocupación sobre el avance de la variante delta en algunos países y el rezago en la vacunación en economías emergentes.

También señala el inicio del proceso de normalización monetaria por parte de algunos bancos centrales, dadas las presiones inflacionarias existentes. Al respecto, se refiere al elevado nivel del precio del petróleo y a una oferta global que continúa mermada desde el comienzo de la pandemia, lo cual también estaría repercutiendo sobre las perspectivas de inflación local.

Nuestra visión es que el BC estaría preocupado de una aceleración inflacionaria ante la permanencia de altos costos logísticos, la ausencia de presiones desinflacionarias desde el tipo de cambio y el aumento en el precio de combustibles. Por ahora, consideramos esta alza de 75 pb., como un “golpe en la mesa” de manera de aplacar las expectativas inflacionarias de corto y mediano plazo que se ubicaban marcadamente sobre promedios históricos. De lograr este objetivo, esperamos que el BC reduzca la intensidad de retiro del estímulo monetario a 50 pb. en la reunión de octubre y 25 pb. en la reunión de diciembre, lo que dejaría la TPM en 2,25% a diciembre 2021. El camino de normalización reduciría su intensidad durante el 2022.

El mercado financiero reaccionaría con una relevante apreciación del peso que lo podría llevar rápidamente hacia $750, aumento en las tasas swaps nominales de menos de 1 año y disminuciones en las compensaciones inflacionarias a plazos medios y largos conducida por alzas en las tasas en UF.