Banco Central asegura que hay menores vulnerabilidades en la economía local

Mano colocando moneda en alcancía de cochinito

“Aunque pensemos que el punto más crítico de la crisis se alcanzó a mediados de 2020, y hayamos iniciado una recuperación, que como lo muestra este informe, acota las vulnerabilidades de los agentes económicos, los riesgos están aún muy lejos de desaparecer”.

Esta frase del presidente del Banco Central (BC), Mario Marcel, ante los senadores de la Comisión de Hacienda, resume las 100 páginas del Informe de Estabilidad de Financiera (IEF) del primer semestre de 2021.


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Es decir, en palabras del IEF: “La actividad muestra una significativa recuperación después de la profunda contracción del segundo trimestre del 2020, permitiendo que buena parte de las empresas, hogares y bancos cuenten con una mayor fortaleza para resistir escenarios de tensión que lo que se estimaba en el IEF anterior. No obstante, la situación sigue deteriorada respecto de dos años atrás”.

Lo anterior, considerando que el informe señala que “los usuarios de crédito —hogares, empresas no financieras y gobierno— han visto erosionada su situación patrimonial producto de un mayor apalancamiento o uso de ahorros especialmente en sectores cuya actividad ha sido más sensible a las restricciones de movilidad”.

De esta manera, el BC dice que “hacia adelante, persisten variados factores de riesgo debido a lo inusual del shock causado por la pandemia y a la incertidumbre respecto de su evolución. En este sentido, ajustes abruptos de tasas de largo plazo en economías desarrolladas, o el deterioro en economías emergentes, que no logren seguir el ritmo de recuperación internacional, pueden afectar las condiciones de financiamiento local”.

Y si bien el año pasado la economía sufrió una contracción importante, Marcel también dio luces en el Senado de que esto pudo haber sido significativamente mayor. En ese sentido, recordó que el FMI recientemente estimó que de no ser por la “rápida y vigorosa” respuesta de políticas de las autoridades económicas, la recesión a nivel global habría sido tres veces más profunda de lo que ocurrió en 2020.

En ese sentido, comentó que ”si esta simple relación de uno a tres que calcula el FMI, la aplicáramos a Chile, concluiríamos que en ausencia de la política que hemos tenido, este shock habría tenido un impacto equivalente a alrededor de 17 puntos del Producto, muy similar a la caída acumulada de actividad en la crisis de 1982 y 1983. De este modo, la respuesta de política fiscal, monetaria, financiera, y regulatoria, también habría podido contribuir a reducir a un tercio el impacto potencial de esta crisis en buena medida evitando su propagación al sistema financiero”.

Los hogares

El IEF afirma que los hogares han amortiguado las caídas de ingresos y elevado su liquidez gracias a las ayudas estatales, la liquidación de activos de largo plazo, la prórroga de pasivos y los retiros de fondos desde las AFP.

“El despliegue de medidas de apoyo han descomprimido presiones sobre las finanzas de los hogares que se venían acumulando desde comienzos del año pasado. La mayor liquidez producto de los retiros de ahorros previsionales y transferencias fiscales, junto a una menor oferta y demanda de crédito, ha redundado en una moderación en el endeudamiento de los hogares, el cual se ubica en torno a 50% del PIB al primer trimestre de este año, y un aumento de activos más líquidos”, sostiene el informe.

El emisor dijo también que las reprogramaciones voluntarias de los bancos han permitido disminuir los niveles de morosidad a mínimos históricos.

La entidad dirigida por Mario Marcel sostuvo que el único componente relevante de la economía que se ha quedado atrás en esta recuperación ha sido el empleo. “El mercado laboral se ha recuperado sólo parcialmente, evidenciando un rezago respecto de la actividad”, dijo.

Pero de todas maneras también advierte que “a pesar de que los niveles agregados morosidad han permanecido acotados, se han creado bolsones de riesgo en sectores más afectados por la emergencia sanitaria, que han visto más deteriorados sus ingresos y/o han enfrentado condiciones financieras menos favorables. De este modo, un nuevo deterioro de la situación económica encontraría a algunos hogares y empresas en una situación financiera más débil respecto de su ingreso a la pandemia, lo cual aumenta su probabilidad de impago futuro y dificultaría su acceso al crédito”.

Las empresas

Sobre las empresas, el BC detalló que en el último trimestre del 2020 redujeron su deuda total como porcentaje del PIB respecto de lo observado en el IEF anterior. De esta manera, el endeudamiento alcanzó 125% del PIB, lo que significa una baja de 9pp respecto del segundo trimestre del año anterior.

“Esta desaceleración ubicó al endeudamiento en un nivel algo por encima de lo visto a fines del 2019, con algo menos de actividad, revalorización por inflación y tipo de cambio, y un leve aumento de la deuda externa”, señala el IEF.

Y el IEF muestra que las empresas que reportan a la CMF ahora registran “una importante acumulación de liquidez, por mayor acceso a financiamiento en el primer, segundo y tercer trimestre de 2020, mayores ventas, y menores gastos hacia fines de año”.

Así, detalla que las empresas que reportan a la CMF, que son las más grandes del país, aumentaron su endeudamiento por la vía de emisión de bonos y en segundo lugar por créditos bancarios durante el primer semestre de 2020, lo que se tradujo en mayor flujo de caja para enfrentar la crisis. A esto se sumaron las medidas de contención de gastos e inversión.

De esta manera, en lo que va de 2021, las empresas que reportan a la CMF ya muestran una baja en el uso de créditos bancarios debido al pago y menor uso de este tipo de deuda.

Todo lo anterior hizo que ahora aumentara “la proporción de empresas que podrían solventar sus gastos sin contar con ingresos”.

Lo anterior se ve reflejado en un ejercicio de tensión realizado por el BC, donde muestra cuántos meses podrían solventar sus gastos si las empresas dejaran de percibir ingresos. A diciembre de 2020, el 49% tenía caja para soportar 10 o más meses, lo que se compara con lo que ocurría en marzo de ese año, cuando era el 36%. Asimismo, un 40,8% soportaría entre 6 y 10 meses, versus el 38% de marzo. Y un 10,2% tiene caja por entre 3 y 6 meses, versus el 26% de marzo de 2020.

“Esta mejora se observa de manera generalizada en los distintos sectores, salvo en empresas puntuales que aún atraviesan dificultades financieras”, dice el IEF.

Gobierno central

“El manejo de la pandemia ha provocado un aumento del endeudamiento soberano a un ritmo relevante, lo que requerirá recomponer holguras para poder enfrentar futuros eventos de disrupción”.

Así describió el BC la posición en la que se encuentra el gobierno central. Allí detalla que el esfuerzo fiscal que se ha hecho producto de las medidas de apoyo para enfrentar la crisis, “ha provocado un aumento significativo del endeudamiento soberano. Al cierre del año 2020 la deuda soberana bruta alcanzó 32,5% del PIB, un incremento de 5pp respecto del año anterior”.

La deuda neta alcanzó 13,4% del PIB, un aumento de 5,5pp por sobre el año 2019. “De acuerdo con información de la Dirección de Presupuestos, esta tendencia al alza de la deuda bruta se mantendría en los próximos años, alcanzado niveles cercanos a 40% del PIB para el año 2025″, dice el informe.

En todo caso, no es algo aislado de Chile, sino que más bien ha ocurrido en todo el mundo, ya que producto de esta crisis se ha visto un aumento transversal de la deuda soberana internacional durante 2020.

En todo caso, el BC dice que “el nivel de la deuda soberana local no representa una vulnerabilidad en el corto plazo. Sin embargo, el acelerado ritmo de expansión de los últimos años, requiere de una convergencia hacia niveles sostenibles”.