Brasil se encuentra entre los 10 países que más desperdician alimentos en el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, alrededor del 30% de la producción de alimentos del país se desperdicia. Solo en 2019, se descartaron 931 millones de toneladas de alimentos *. Y el hecho de que el desperdicio se produzca a lo largo de toda la cadena (producción, transporte, fabricación, servicio de alimentos y consumidor final) da la dimensión del desafío detrás de este problema.
No es de extrañar que Unilever haya incluido el tema del desperdicio de alimentos en su plan de sostenibilidad. En el documento, la empresa llama la atención sobre el hecho de que 1/3 de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia – lo que significa desperdicio de recursos como agua y suelo – y se compromete a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en cada operación, desde las fábricas hasta puntos de venta, para el 2025. Pero la empresa quiere ir más allá de sus fronteras y ha estado utilizando la escala de sus marcas para reducir el desperdicio y llevar alimentos a personas en situaciones de vulnerabilidad social. Hellmann’s cree que la comida es demasiado buena para desperdiciarla y liderará esa agenda a través del proyecto “United for Food”, ofreciendo la comodidad que una comida deliciosa puede brindar a todos los que lo necesitan.
Para viabilizar el proyecto, Unilever Brasil contó con varios socios. Liderada por Hellmann’s, “Unidos pela Alimentos” cuenta con la participación del proyecto INFINEAT, que surgió precisamente para recolectar alimentos que de otra manera serían desechados y llevárselos a los necesitados; y la organización humanitaria Sefras, que trabaja para combatir el hambre.
