YPFB invertiría en una segunda planta de urea con apoyo de Brasil

YPFB Bolivia

Bolivia está embarcándose en un ambicioso proyecto de expansión en su industria petroquímica, con planes para construir una segunda planta de urea que podría tener un impacto significativo en su economía. La estatal petrolera, YPFB, tiene la intención de invertir alrededor de $us 2,500 millones en este complejo petroquímico, que será de dimensiones considerablemente mayores en comparación con el complejo actual en Bulo Bulo. A pesar de la caída en los ingresos por exportaciones de hidrocarburos en 2022, el gobierno del presidente Luis Arce Catacora está decidido a avanzar con esta inversión, incluso explorando la posibilidad de financiamiento externo.

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Brasil ha surgido como un posible financiador para este proyecto, dado el alto nivel de demanda que tiene el fertilizante en ese país. En una reciente reunión en Brasilia, el ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil mencionó la posibilidad de financiar varios proyectos, incluyendo la segunda planta de urea en Puerto Quijarro, Bolivia. Esta planta, según Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, está valorada en $us 2,500 millones, más del doble del costo de la planta de urea en Bulo Bulo.

Aunque la licitación del proyecto se declaró desierta en julio debido a incumplimientos de requisitos por parte de las empresas interesadas, la necesidad de explorar alternativas de financiamiento es cada vez más apremiante, especialmente considerando la alta demanda de urea. Sin embargo, uno de los principales desafíos que enfrentará la nueva planta es asegurar el suministro constante de materia prima, ya que la planta de Bulo Bulo consume una gran cantidad de gas natural para su producción.

La nueva planta de urea y amoníaco se proyecta con una capacidad de producción significativamente mayor, lo que podría aumentar la producción nacional de fertilizantes en un 200%. A pesar de los desafíos financieros y operativos que rodean esta ambiciosa iniciativa, Bolivia busca aprovechar la creciente demanda global de fertilizantes.

Este anuncio se produce en medio de una disminución sustancial en los ingresos por exportación de gas natural, que se redujeron en un 63% con respecto a los periodos de auge. A pesar de esta caída, YPFB está comprometida en consolidar la construcción de la nueva planta, destacando la creciente demanda global de fertilizantes como un incentivo clave.

En última instancia, la iniciativa de construir esta segunda planta de urea plantea desafíos significativos y oportunidades económicas importantes para Bolivia, y se encuentra en una etapa de planificación y financiamiento que requerirá una cuidadosa consideración y gestión.

Con información de El Deber