Nestlé, a través de su subsidiaria Industrias Alimenticias FAGAL, ha realizado una significativa inversión de 10,4 millones de bolivianos en la industria de galletas de Bolivia. Esta inversión marca un hito en el mercado y destaca el compromiso de la empresa con la calidad y la satisfacción del consumidor. La adquisición de una avanzada tecnología en forma de un horno Marca Bühler, procedente de Dinamarca, representa un paso adelante en la producción de galletas en el país.
Este nuevo horno, con cinco zonas de convección y una longitud de 54 metros de banda rígida, tiene una capacidad de producción de 1.200 kilogramos de galletas por hora, lo que permitirá satisfacer la demanda del mercado y, además, impulsar el regreso de uno de los productos más queridos: las tradicionales galletas Rosquitas de Mabel’s, que habían estado temporalmente ausentes.
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Fabiola Foronda, gerente de Negocios de Confitería y Cereales de Nestlé en Bolivia, expresó su emoción por esta importante inversión y destacó que permitirá reintroducir al mercado boliviano las apreciadas Rosquitas, manteniendo la calidad y la innovación que los consumidores esperan de la marca Mabel’s. La empresa ha lanzado la campaña «La reina está en casa» para celebrar este retorno y ha planeado una fuerte presencia en redes sociales y medios de comunicación para informar a la población de que sus galletas favoritas están nuevamente disponibles en tiendas y supermercados.
Además de aumentar la capacidad de producción, el nuevo horno mejorará la eficiencia energética de la planta, siendo un 30% más eficiente en el uso de calor que los equipos convencionales gracias a su tecnología avanzada. Esta inversión no solo fortalece la posición de liderazgo de Mabel’s en el mercado de galletas, sino que también refuerza el compromiso de Nestlé con la sostenibilidad y la excelencia en la fabricación de productos.
La tecnología del nuevo horno brinda a Mabel’s la oportunidad de innovar en la industria de las galletas, permitiendo la creación de productos con incrustaciones y un control preciso en su elaboración, lo que mejora aún más la calidad final de las galletas. Además, como parte de su responsabilidad ambiental, Nestlé ha realizado mejoras en el tamaño de los envases, reduciendo así el desperdicio en una tonelada anualmente, en línea con su compromiso de reducir, reciclar y reutilizar materiales en sus productos.
Esta inversión y mejora en la producción de galletas demuestra el enfoque continuo de Nestlé en satisfacer las necesidades y expectativas de sus consumidores, manteniendo su posición como una de las principales empresas de alimentos en Bolivia.
Con información de Vanessa Ríos Aranda de Jornada
