En el corazón del Trópico de Cochabamba, Bolivia, el cultivo de banano, piña y palmito no solo constituye una actividad económica vital, sino también una fuente significativa de ingresos para la región. El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, resalta la importancia económica de esta zona, que genera alrededor de $us 80 millones de dólares anuales por la exportación de estos productos. Sin embargo, Morales señala que este monto tiene el potencial de incrementarse significativamente mediante la implementación de políticas de apoyo a la producción en la región.
La exportación de banano a Argentina constituye el 90% de las transacciones, mientras que el 10% restante se dirige a Chile y Perú, generando ingresos que superan los $us 60 millones. La piña y el palmito procesados se exportan a Europa, contribuyendo con $us 20 millones adicionales. Este robusto sector agropecuario involucra a más de 22,000 familias y genera numerosos empleos en la región.
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El reciente bloqueo fronterizo con Argentina, motivado por una deuda pendiente de $us 12 millones arrastrada durante cuatro meses, ha encontrado solución gracias a las gestiones del embajador boliviano en Argentina, Ramiro Tapia, y el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro. Tras estas negociaciones, se logró cancelar $us 3 millones, y el resto se efectivizará en la próxima semana, aliviando la situación financiera del sector agropecuario.
En busca de una mayor estabilidad y diversificación, la CAC anuncia su intención de explorar nuevos mercados, especialmente en alianza con Brasil. La resolución de esta crisis financiera representa un alivio para el sector, pero persiste la necesidad de diversificar los mercados ante las fluctuaciones en las relaciones comerciales. Morales destaca la importancia de la cercanía del gobierno a las unidades productivas y aboga por la construcción de planes operativos desde el lugar de producción para garantizar la seguridad alimentaria y el empleo en la región.
Con información de El Mundo
