Los floricultores bolivianos se enfrentan a desafíos significativos en su industria, y en un esfuerzo por abordar estos problemas, la Federación Departamental de Productores de Flores y Hortalizas convocó un ampliado que tuvo lugar recientemente y que contó con la participación de la ministra de Culturas, Sabina Orellana. Durante esta reunión, se llegaron a importantes acuerdos destinados a fortalecer y proteger la producción de flores y hortalizas en el país.
Uno de los principales problemas que enfrenta este sector es la falta de acceso a créditos que les permitan mejorar sus operaciones y aumentar la calidad de sus productos. En ese sentido, se acordó la necesidad de gestionar créditos con requisitos flexibles a través de instituciones financieras como el Banco Unión y el Banco de Desarrollo Productivo, lo que podría brindar un impulso significativo a la industria.
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Además de los desafíos financieros, los floricultores también se enfrentan a la falta de mercados mayoristas para comercializar sus productos. Muchos se ven obligados a vender sus flores y hortalizas en la calle, lo que reduce sus márgenes de ganancia. Para abordar esta cuestión, se acordó la necesidad de gestionar reuniones con las alcaldías locales para promover la construcción de mercados adecuados para la venta de estos productos.
Por último, pero no menos importante, se destacó la importancia de reforzar los controles y medidas para evitar el ingreso de flores y hortalizas de contrabando al país. Esto no solo protegería a los productores locales, sino que también garantizaría la calidad y seguridad de los productos para los consumidores bolivianos.
En resumen, los floricultores de Bolivia han unido fuerzas para abordar sus desafíos más apremiantes, incluyendo la obtención de créditos accesibles, la búsqueda de mercados adecuados y la lucha contra el contrabando. Estos esfuerzos podrían tener un impacto positivo en la industria y brindar oportunidades de crecimiento a los productores locales.
Con información de Los Tiempos
