Según publica el portal Dfsud.com Bolivia, Venezuela y Argentina registraron descensos en sus exportaciones. Un 2,9% crecieron las exportaciones de América Latina y el Caribe en el primer trimestre de este año, lo cual mostró un panorama pesimista frente al crecimiento de 16,4% que anotó en 2022, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ante este escenario la jefa de informaciones de riesgos de Solunion, Nadia Troncoso, explicó a DFSUD.com que “en los primeros meses se puede observar una tendencia a la baja, arrastrada sobre todo por la caída en el precio del petróleo, metales y productos agrícolas que se venden en la zona, además de menores volúmenes transados”.
En ese sentido, el economista principal del Sector de Integración y Comercio del BID, Paolo Giordano, explicó que estas cifras demuestran que “ha concluido el ciclo comercial expansivo posCovid y la región se ha instalado en una tendencia de desaceleración de las exportaciones destinada a continuar en el próximo trimestre y a estabilizarse en la segunda mitad del año”.
Para enfrentar esta situación, Giordano apuntó que serán clave “las políticas e inversiones orientadas a impulsar la inserción competitiva en los mercados externos”.
Bolivia, Venezuela y Argentina registraron descensos en sus exportaciones
De acuerdo con el BID, las exportaciones de Mesoamérica, y particularmente México, tuvieron un aumento estimado de 6,3% interanual en el primer trimestre de 2023, tras crecer 16,1% en el promedio de 2022. En tanto, los envíos de Centroamérica se expandieron 1,6% interanual en ese período.
Con un desempeño en rojo se mostraron las exportaciones de Sudamérica (-0,3%) entre enero y junio, tras haber crecido 16,2% en promedio el año anterior.
En esta subregión, los mercados con peor desempeño fueron Bolivia, con una caída de 23,5% frente a 2022; Venezuela, que descendió 20,2%; y, Argentina que restó 17,9% en sus envíos.
Por el contrario, los mercados con mejor desempeño fueron Paraguay (23,4%) y Chile (10,7%).
Segundo semestre
En líne con el BID, que ve que la desaceleración de las exportaciones se estabilizará durante el segundo tiempo de 2023, Troncoso apuntó que “se mantendrá la tendencia a la baja debido al impacto de las políticas monetarias restrictivas por el crecimiento global; la incertidumbre en torno a la resolución de la guerra en Ucrania; la reapertura de la economía china; y, el ajuste de los precios de los productos básicos frente a 2022”.
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Con este contexto, los países más afectados en este proceso “son los países de Sudamérica, dado el ajuste de los precios» de las materias primas.
Además, los principales desafíos que enfrentarán los mercados regionales para los próximos meses “debido a la incertidumbre”, según señaló la ejecutiva, “estarán marcados por la evolución de las tasas de interés y el valor del dólar, que suelen tener consecuencias directas sobre los precios de los productos básicos”.
